Jesús Mari Satrústegui es historia viva de la Real Sociedad. Defendió la zamarra txuri-urdin durante trece temporadas en las que jugó un total de 374 partidos y marcó 162 goles, convirtiéndose en el máximo artillero en la historia de la entidad blanquiazul. Su hijo Alex no lo vio jugar. De hecho, nació ocho años después de que su aita colgara las botas como consecuencia de una lesión de la que no logró recuperarse. Ahora, a sus 27 años, disfruta del deporte que convirtió en mito a su padre al otro lado del océano Atlántico, concretamente en el Michigan Stars FC. Después de doce años jugando en las categorías inferiores de Osasuna, Alex prosigue con su carrera en Estados Unidos, compaginando el fútbol con su otra gran pasión, la ingeniería mecánica.

La aventura americana de Alex Satrústegui comenzó en agosto de 2017. Fue en ese momento cuando tomó la decisión de marcharse a Estados Unidos a terminar la carrera de Ingeniería Mecánica que cursaba en la Universidad Pública de Navarra y a continuar con su carrera futbolística. Consiguió hacer realidad su sueño gracias a una agencia por la que obtuvo una beca para completar sus estudios en la Southern New Hampshire University y seguir su carrera futbolística en el equipo de la universidad, en la National Collegiate Athletic Association (NCAA). Dos años después de su aterrizaje en Michigan, Alex consiguió graduarse. "Quería seguir jugando a fútbol y también quería trabajar", reconoce el protagonista de esta historia, que al estudiar una ingeniería, por ley, el gobierno estadounidense estaba obligado a concederle una visa de tres años de permanencia. "Tuve mucha suerte de que aquí en Michigan, el dueño del equipo por el que fiché, tenía una empresa de ingeniería mecánica. Y pude hacer las dos cosas. Juego en un equipo profesional en Estados Unidos y a la vez puedo trabajar cuando tengo tiempo libre", ensalza.

Su rutina diaria comienza a las ocho de la mañana cuando suena el despertador. A las diez comienza el entrenamiento, aunque a él le gusta llegar con bastante antelación. La práctica se estira hasta, más o menos, las doce. Posteriormente, dependiendo del día, toca visitar al fisio. Más tarde, comida con sus compañeros de equipo en las instalaciones del club, para unas horas más tarde, a las 14.30 horas, dirigirse a la empresa HTC Tool-Cutter Manufacturing para ejercer de ingeniero -diseña herramientas de corte-. Su labor termina a las 18.30 horas, que es cuando regresa al apartamento que comparte con tres de sus compañeros de equipo para "descansar, desconectar y ver deportes". Se considera un "enfermo" de los deportes. Ve mucho fútbol, pero también NBA y NFL. No se declara fan de ninguna franquicia, pero sí partidario de los equipos de Boston, más que nada porque "estudié en la Universidad de New Hampshire, que está a 45 minutos de Boston. Por eso apoyo a los Celtics y a los New England Patriots".

Pero por encima de todos, está el fútbol. Este domingo, de cara al derbi entre Osasuna y Real Sociedad, tendrá "el corazón partío" porque siente "simpatía" tanto por Osasuna como por la Real. "Osasuna es donde me he criado como futbolista y como persona. Llegué allí con diez años y estuve doce temporadas, hasta los 22 años. Es el club que me lo ha dado todo", destaca el futbolista donostiarra, que no se olvida del conjunto blanquiazul: "La Real va a ser siempre la Real, el equipo de mi tierra, donde nací, donde jugó mi padre, del que toda mi familia es hincha". Se alegra del "buen comienzo" que están protagonizando ambas escuadras. Para Alex, la Real está "de maravilla", lo que ha propiciado que lidere la clasificación. Sobre Osasuna, es consciente de que "tiene otros objetivos", pero su inicio de Liga está siendo "muy bueno". Su deseo no es otro que "ver un buen partido" y "que gane el mejor".

Alex Satrústegui tiene la espina clavada de no haber podido debutar con el primer equipo de Osasuna, con el que sí completó algún entrenamiento. "Llegué a los diez años y he pasado por todas las categorías inferiores. Jugué en Osasuna B tres temporadas. En alguna de ellas alternaba algún entrenamiento con el primer equipo, incluso fui convocado a algún partido oficial, pero tras mi último año no renové el contrato allí. Yo voy a ser un rojillo de por vida", deja claro el delantero que tiene, como no podía ser de otra manera, a su padre, el gran Jesús Mari Satrústegui, como "referente". "Siempre ha sido mi ídolo, el que me he fijado siempre tanto en el terreno de juego como fuera. Siempre ha sido una pieza clave en mi carrera, siempre ha venido a todos mis partidos. Después de los mismos, comentábamos cómo había ido el partido, que había hecho bien, qué mal, qué tenía que mejorar. Ha sido pieza clave en mi carrera", asegura.

Su sueño era seguir los pasos del mítico nueve de la Real, protagonista absoluto en la consecución de las dos ligas de principios de los 80, aunque conseguir lo que hizo su aita era misión casi imposible: "Me lo puso difícil, me puso el listón muy alto".

Enfrascado de lleno en el final de temporada, a la que le quedan tres partidos -hoy sábado juegan contra Maryland Bodcats-, Alex espera seguir con su carrera futbolística en Míchigan. "Todo hace indicar que voy a continuar aquí. Estoy a gusto", se sincera el futbolista que termina contrato este próximo mes de diciembre. "Mi idea es quedarme. No cierro puertas a nada, pero en principio mi idea es quedarme aquí. En cuanto al trabajo, tengo visa un par de años más. No tengo prevista una fecha para volver", anuncia un Alex Satrústegui, consciente del nivel que está alcanzando el fútbol en Estados Unidos: "El nivel va a hacia arriba. Se sigue mucho el fútbol europeo, la Premier, laLiga, la Champions. Cada vez hay más equipos profesionales, universidades que tienen equipos de fútbol, más afición y cada vez hay más nivel. La MLS está subiendo bastante el nivel".

Y en ello mucho tuvo que ver la llegada de Carlos Vela. "Ha sido el rey de la MLS", reconoce Alex Satrústegui, que también se ha hecho eco de los rumores que colocan al exfutbolista de la Real Sociedad fuera de Los Ángeles la próxima temporada. "Se está hablando mucho, pero todavía no hay nada seguro. La temporada está terminando y siempre hay rumores. Veremos", analiza Satrústegui.

"Mi padre siempre ha sido mi referente, mi ídolo tanto dentro como fuera del terreno de juego"

Jugador del Michigan Stars F.C.

"Voy a ser rojillo de por vida, pero la Real es el equipo de mi ciudad y donde jugó mi padre"