- Osasuna se marchó ayer de vació del Coliseum Alfonso Pérez de Getafe porque encajó un gol cuando el partido estaba a punto de terminar, pero también porque fue incapaz de perforar la portería del conjunto rival, circunstancia que se repitió por quinta vez en un compromiso liguero del bloque navarro como visitante. Y es que los rojillos acumulan una racha de 453 minutos sin marcar lejos de El Sadar.

Al equipo de Jagoba Arrasate le queda como excusa que en el choque de ayer no pudo contar con dos de sus delanteros por culpa del covid, precisamente los autores de los goles de la remontada del pasado jueves en la Copa contra el Deportivo en Riazor. Kike García y Budimir se quedaron en Pamplona, el primero tras dar positivo el mismo sábado; el segundo, porque, según informó el club, el test que le realizaron arrojó un resultado indeterminado.

Sin embargo, Osasuna disfrutó en Getafe de algunas ocasiones para poner fin a su mala racha goleadora como visitante, pero pecó de falta de puntería y, cuando la tuvo, se topó con la figura del portero rival, un David Soria que desbarató los escasos disparos entre palos de los futbolistas del conjunto navarro.

Para encontrar la última ocasión en la que los rojillos anotaron un gol a domicilio hay que retroceder hasta el pasado 17 de octubre, fecha en la que el Chimy Ávila marcó en La Cerámica el tanto con el que Osasuna ganó por última vez en Liga (1-2 al Villarreal). Desde entonces, ni uno más. Ni en el Santiago Bernabéu (0-0), ni en el Ramón Sánchez Pizjuán (2-0), ni en el Wanda Metropolitano (1-0), ni en el Ciutat de Valencia (0-0), ni ayer en Getafe (1-0).