Está muy extendido por todo el mundo usar la frase de "David contra Goliat" para representar cuando un pequeño se enfrenta en cualquier ámbito a un gigante de lo suyo. En todos menos en un equipo pequeño del norte: Osasuna. Aquí el grande es David. García, para más señas.

El central rompió la racha de 607 minutos sin marcar fuera de casa. No solo es un bastión atrás, sino que también aporta en el otro área. Un chollo por 20 millones, así de claro. Hoy en día hay pocos jugadores que estén al nivel del rojillo en su posición. Que no irá a la selección ya que no encaja en el estilo (eso dicen) pero es complicado encontrar cuatro centrales mejores que él.

Va como un avión y ya no puede achacarse a un estado de forma puntual, lleva así tiempo. Suerte tuvo que tras sus meses en León llegó Arrasate y apostó por él, sino a saber dónde estaba y lo que nos estaríamos arrepintiendo. David hizo algo que lleva haciendo tiempo ya. No es novedosa su ayuda goleadora. De hecho, recuerden quién marcó el primero en Sabadell y cómo.

Y es que el nivel del central es tan alto que eclipsa varias buenas noticias, como la de su compañero de zaga en Granada: Juan Cruz. A principio de temporada había algunas voces que pedían otro central. Pues con Unai y Juan parece que las espaldas de David y Aridane (cuando esté recuperado) están bastante cubiertas. Pocos podían pensar en el muy buen nivel del madrileño en el eje de la zaga, pero lo cierto es que ha pasado de ser un parche a casi indiscutible.

Con una defensa sólida, el equipo tiene muchas papeletas para sacar cosas positivas. Y eso es lo que pasó en Granada. Osasuna marcó dos goles, pero realmente pudieron ser muchos más. Es difícil ver puntos débiles en un equipo como el presentado en la ciudad andaluza.

Hasta Kike García logró marcar un gol más en una acción tremenda de Darko y Nacho. El lateral es vital para dar profundidad al equipo y cada vez se parece más al que deslumbró a comienzos de temporada. También volvieron a mostrar una mejoría tanto Rubén García como Moncayola. Y con ese nivel de todos, las alegrías llegan de manera más fácil.

Una victoria que da tranquilidad de cara al parón, pero claro, siempre es más fácil si tienes a Goliat en el equipo