as futbolistas estadounidenses internacionales se querellaron con la Federación de su país y han conseguido tener en la selección el mismo sueldo que los hombres, además de recibir una indemnización de 24 millones de dólares. Un auténtico hito en la lucha por la igualdad salarial que se ha apoyado en dos datos objetivos: la selección de EEUU es una de las mejores del mundo -campeona en los dos últimos Mundiales y bronce en Tokio 2021-, y las audiencias que cosecha en su país son muy elevadas (la final del último Mundial tuvo allí más de 15 millones de espectadores), muy por encima de los que suele lograr la selección masculina. Qué envidia debe de dar a las futbolistas europeas ver que hay algún país en el que el público no tiene grabado a fuego en la mente que "el fútbol es cosa de hombres", que "el que juegan las mujeres es otro deporte" y algún otro rebuzno que aún se oye por ahí.