- Como todos los primeros domingos de mes, los aledaños de El Sadar acogieron una nueva edición del rastrillo rojillo organizado por la Federación de Peñas de Osasuna-Beti Gorriak, que en esta ocasión tuvo un puesto especial dedicado exclusivamente a recoger materiales y alimentos para los damnificados de la guerra en Ucrania. De esta manera, además de para exhibir cromos y camisetas de fútbol, amén de un sinfín de publicaciones sobre Osasuna y otros artículos relacionados con el equipo navarro que no se pueden encontrar en otro lugar, el rastrillo sirvió ayer para demostrar la solidaridad rojilla.

El estand resultó fácil de identificar porque, a pesar de la escasez de banderas de Ucrania en diferentes comercios de Pamplona, los responsables de las peñas de Osasuna encontraron una para adornar la mesa y mostrar su apoyo a los que peor parados están saliendo de la guerra. Y fueron unos cuantos los que se acercaron hasta él para hacer su contribución.

La recolección duró cuatro horas, lo mismo que el rastrillo, y todos los materiales y alimentos que serán entregados hoy mismo en el local que los ciudadanos y ciudadanas ucranianos y ucranianas tienen en el Seminario de Pamplona y desde donde serán enviadas a la zona de conflicto con el fin de ayudar a quienes están padeciendo el conflicto bélico.

No fue la única muestra de solidaridad, porque en el rastrillo rojillo también se siguió recaudando dinero para los damnificados por la erupción del volcán de La Palma -la actualidad eclipsa con rapidez otras tragedias muy recientes- y además hubo otro estand de la Asociación Motorista para la Protección de la Infancia contra el Abuso (PICA), que ayer reinauguraron su local en Arre.