El delantero de Osasuna Chimy Ávila ha confesado en más de una ocasión su sueño de compartir equipo profesional con su hermano Gastón, ocho años menor que él y que en la actualidad milita en las filas de Boca Juniors, pero lo que no se sabía es lo que el propio futbolista rojillo ha desvelado esta misma semana en una entrevista con el canal TNT Sports Argentina: "Juré que no iba a jugar más contra él porque nos peleamos de chicos después de una final en el barrio".

Tras confesar que en alguna ocasión ha acudido a entrenarse con Osasuna sin apenas horas de sueño por haber trasnochado para ver jugar a su hermano Gastón por televisión, el Chimy ha revelado el rifirrafe que provocó su decisión de no volver a enfrentarse a él como rival.

"Si hay tiempo, te voy a contar algo que nos pasó y desde ese día no quise jugar más contra mi hermano", ha dicho el delantero rojillo, que a modo de preámbulo de su relato ha matizado tener un temperamento más fuerte que el de su hermano Gastón.

"Estábamos jugando un torneo de barrio y resulta que jugaba la final el equipo de él contra el mío. Justo un 24 de diciembre", ha contextualizado el Chimy, que ha contado lo que ocurrió a continuación tras un primer encontronazo con su hermano, que juega de central. "En la siguiente jugada le pongo el codo y él me pega un puntinazo atrás. Yo me di vuelta y le pegué una piña y lo desmayé. De ahí dije ya no más, lo abracé, lloramos juntos y cada vez que jugaba él, me moría de ganas de jugar, pero me quedaba fuera tomando mate y no jugaba", ha dicho el Chimy.

Tras el desmayo de su hermano Gastón, Ávila ha dicho que "en el momento me asuste, lloraba, lo intentaba levantar, y todos lloraban al lado mío. Me tengo como una buena persona, pero entro al campo y me desconozco a mi mismo y, cuando lo vi que cayó seco, me asusté, lo alcé en mis brazos y cuando él reaccionó lloró también conmigo", ha confesado el Chimy, que por aquel entonces tenía 22 años y jugaba en San Lorenzo de Almagro, mientras que su hermano estaba a punto de cumplir 14.