El mercado de traspasos de Primera División está teniendo una gran evolución esta temporada respecto a lo que se vivió hace un año. Con conjuntos como el Almería, recién ascendido y tirando la casa por la ventana –lleva gastado algo más de 18 millones de euros– u otros como el Getafe, que en Borja Mayoral y Luis Milla va a desembolsar más de 15 millones de euros, tanto el precio como los salarios están al alza y eso afecta a Osasuna. 

Es habitual ver al club rojillo acudir al mercado nacional para acometer fichajes, como ya ha hecho este verano con las incorporaciones de Rubén Peña (Villarreal) y Aitor Fernández (Levante). Algo más difícil de observar es que acuda a ligas extranjeras, aunque desde la secretaría del club suelen observar partidos por Europa y mantienen una red en Sudamérica. 

Ante la negativa de Luis Milla, fichado por el Getafe tras desembolsar una cantidad de 6 millones de euros, y las complicaciones con las negociaciones de Moi Gómez, más cerca de otros equipos como Almería o Celta de Vigo, y de José Campaña, que cuenta con una ficha inasumible por Osasuna, la dirección técnica pone sus ojos más allá de la frontera del fútbol español para adquirir las piezas que le falta de cara al comienzo de liga.

En lo futbolístico, Osasuna lleva tres temporadas en Primera División, compitiendo a gran nivel y salvando la categoría con varias jornadas de antelación. En los despachos la cosa cambia. Conjuntos como los citados Getafe y Celta de Vigo, u otros similares como el Espanyol, han afrontado este mercado como una oportunidad para realizar un gran fichaje que ilusione a la afición y que tenga un gran impacto en el campo. Osasuna se adelantó el verano pasado con la incorporación por 8 millones de Ante Budimir, el más caro en la historia de Osasuna, pero la situación este año nada tiene que ver con lo que era el pasado. Para cubrir los huecos que tiene la plantilla, se tendrá que recurrir a jugadores de fuera pero que hayan tenido un pasado en La Liga, algo que ya ha ocurrido con anterioridad.

Los seis de afuera

Con la llegada de Braulio Vázquez en mayo de 2017 ese verano se incorporó a Joaquín Arzura de River Plate y a Xisco Jiménez del Muang Thong United tailandés. El mallorquín ya contaba con una amplia experiencia en el fútbol español, mientras que para el argentino fue su primera experiencia en el fútbol europeo. En la temporada siguiente el escogido fue Brandon Thomas, que tras una temporada en el Stade Rennais francés y tras salir de la cantera del Mallorca, recaló en el club rojillo donde estuvo dos temporadas, incluyendo la del ascenso.

Con la vuelta de Osasuna a Primera División, el plan a seguir fue muy similar. Desde Portugal se incorporó otro viejo conocido como era el delantero Adrián López. El asturiano llegó del Oporto para estar dos temporadas en Osasuna donde jugó 43 partidos y anotó tres goles. Ese año, también se incorporaron Chimy Ávila y Pervis Estupiñán, aunque ambos ya jugaban en España pese a llegar uno desde San Lorenzo y el otro cedido del Watford. 

La 2020/2021 fue la última temporada en la que se recurrió al mercado internacional con la misma fórmula de adquirir jugadores con experiencia previa tanto en Primera como en Segunda. Desde el Eintracht de Fránkfurt alemán regresó, ya para quedarse, Lucas Torró, mientras que del fúbol italiano se incorporó a Jony Rodríguez, cedido por la Lazio.