No habrá final más feliz para el primer partido de Liga que el vivido en El Sadar ante el Sevilla. Una victoria frente a un rival de altura, un juego con la ambición por bandera, un despliegue físico apreciable en una condiciones ambientales exigentes y, por encima de todo, la aparición de un futbolista de la cantera que aprovechó la oportunidad. Aimar Oroz, un chaval de la casa que fue la gran sorpresa en la alineación titular, tuvo el honor de marcar el gol de la victoria de penalti, gestionando la presión de la situación y creando un ambiente mágico en el estadio, el éxtasis en una afición a la que le gusta reconocerse en los futbolistas de la casa, los productos de Tajonar.

Osasuna desembarca en la Liga completando un buen partido, sumando un triunfo con mucho mérito y mandando señales esperanzadoras, sostenido en el esfuerzo pero con subiendo peldaños en cuanto a su calidad. Osasuna fue un equipo remozado que enseñó su personalidad, supo estar a la altura en el intercambio de golpes en el primer tiempo y fue el dominador en el segundo cuando al Sevilla no le alcanzaron ni las fuerzas ni las ideas para mantenerse en pie en la pelea. Un asunto crucial más allá que el debate sobre la intensidad, intención o consideración de la jugada del Papu, la del penalti a la postre decisivo.

Osasuna y Sevilla se metieron en el encuentro como dos grupos hambrientos de fútbol porque accedieron a compartir un ritmo exigente, más por parte de los rojillos que de los sevillistas. La ambición del equipo de Arrasate se topó con la calidad de los de Lopetegui, que supieron capear el temporal y respirar cuando le dejaron la pelota.

La puesta en acción de la Liga fue a toda pastilla, con Osasuna como protagonista en el primer minuto de partido con una doble jugada capitaneada por Rubén Peña y Aimar Oroz, que en primer acto no encontró rematador en el Chimy Ávila y, en el segundo, no alcanzó a atrapar Kike Barja. Osasuna se sintió cómodo en la refriega y antes de que se cumplieran los diez minutos, Rubén Peña siguió enseñando credenciales de tipo para banda larga y soltó un centro de alta escuela. Una rosca espectacular después de una conducción de más de veinte metros que fue veneno para la defensa y dulce para el Chimy, cabeceador a gol pese a la oposición del portero.

El fuego de Osasuna fue apagado por el Sevilla en la acción siguiente. Hubo tiralíneas en el pase de Acuña, mucha clase en el control y en el centro siguiente del Papu que Rafa Mir dirigió a gol en un remate intachable.

Lo mejor del equipo rojillo fue mantener convicción e ímpetu, nada sencillo por la talla del rival. Mediado el primer tiempo hubo un intercambio apreciable de golpes, con Bono y Sergio Herrera salvando a sus equipos ante los disparos de Torró y Papu Gómez, y lanzamiento a los palos a cargo de Moi Gómez y Delaney. Mucha tralla para que todo siguiera casi igual. Casi, porque los rojillos habían demostrado que estaban dispuestos a llevar la pelea hasta las últimas consecuencias y que algunas de sus apariciones estaban asumiendo un protagonismo considerable.

La primera alineación de Arrasate mantuvo el toque tradicional del entrenador que siempre guarda sorpresas. En el once inicial se hicieron sitio dos de los fichajes, Rubén Peña y Moi Gómez, y se presentó como gran sorpresa el canterano, Aimar Oroz. Indudablemente porque había que administrar esfuerzos, quedaron para la segunda unidad algunos intocables, caso de Nacho Vidal, y otros habituales casi siempre como Manu Sánchez, Darko y Budimir. Los debutantes le pusieron condimentos a un equipo sólido de por sí y en algunos casos estuvieron por encima de las mejores expectativas. El juego de Moi Gómez y Aimar Oroz fue una delicia durante muchos minutos. Los dos tejieron una telaraña de pases y apoyos que oxigenaron a su equipo y desasosegaron al Sevilla, incómodo cuando surgieron estas conexiones.

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El conjunto andaluz salió mandón tras el paso por los vestuarios, se quedó durante varios minutos el balón, pero no dio un mordisco. De hecho, en toda la segunda mitad disparó solo en una ocasión entre los tres palos y fue un remate de cabeza de En-Nesyri que detuvo tan campante Sergio Herrera. Osasuna fue otra cosa porque los cambios activaron al equipo. Arrasate cambió por completo la banda derecha dando entrada a Nacho Vidal y Darko por Kike Barja y Rubén Peña y la primera conclusión fue la recolocación de Moi Gómez. El centrocampista pasó a rondar más por la zona derecha y con la derecha, aunque entrando desde el centro, soltó un zapatazo que obligó a otra estirada a Bono. El futbolista procedente del Villarreal no solo fue uno de los que más corrió, sino que en la zona caliente, en la que precede a la llegada al área, se sabe todos los caminos y pulsa la incomodidad del rival.

Cuando el Sevilla entendió que no podía vivir a remolque, llegó al borde de la media hora la jugada decisiva. El Sevilla había defendido un córner con corrección pero, en la segunda jugada, el Papu se enredó en el despeje, primero con la mano y luego trastabillando a Moncayola con el brazo. El árbitro no dudó a la hora de señalar el penalti y la firmeza de su decisión intentó apartar cualquier debate, aunque ya ha sembrado la primera polémica.

Aimar Oroz, que no falló un pase y se adornó en acciones de calidad, emergió en el punto de penalti y no tembló para marcar. El Sadar se cayó entonces. El Sevilla lo intentó con desarreglo.

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-Ficha técnica

2 Osasuna: Osasuna: Sergio Herrera; Rubén Peña (Darko, m. 62), Unai García (Manu Sánchez, m. 81), David García; Juan Cruz; Kike Barja (Nacho Vidal, m. 56), Moncayola, Torró, Moi Gómez; Chimy Ávila (Kike García, m. 81), Aimar Oroz (Pablo Ibáñez, m. 81).

1 Sevilla: Bono; Navas, Gudelj, Rekik, Acuña; Delaney (Rakitic, m. 81), Fernando, Papu Gómez (Iván Romero, m. 81); Ocampos (Telles, m. 81), Rafa Mir (En-Nesyri, m. 62), Tecatito (Lamela, m. 62).

Goles: Chimy Ávila 1-0 (m. 10), Rafa Mir 1-1 (m. 11), Aimar Oroz 2-1 (m. 74 penalti).

Árbitro: Del Cerro Grande (Comité madrileño), asistido por García González y Sorbrino Magán.  El colegiado madrileño mostró amarilla a David García, Chimy Ávila y Moi Gómez por parte de Osasuna. A Papu Gómez, Romero, Rakitic y Fernando por parte visitante.

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de LaLiga Santander disputado en el El Sadar ante 18.536 espectadores.