El volcánico caso Vizcay, un histórico procedimiento judicial por los amaños de los que se acusaba a la junta directiva de Osasuna de desviar dinero para apañar resultados con el Betis en la temporada 2013-2014, va a llegar pronto a su fin. Y con ello uno de los capítulos más desgraciados de la historia rojilla. Después de la condena dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra, que condenó a 9 de los 11 acusados, entre ellos a toda la junta directiva de Osasuna que presidía Miguel Archanco, y que absolvió a Diego Maquírriain y al que fuera futbolista bético Jordi Figueras. Las condenas para los directivos oscilaron entre los 5,5 años y los 8,5 años, que fue la pena más alta que se impuso al exgerente Ángel Vizcay.

Los recursos presentados por los condenados serán ahora vistos en audiencia pública por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo el miércoles 16 de noviembre a las 10.30 horas. A continuación habrá deliberación y el fallo se conocerá a los días de dicha vista. El presidente y ponente del caso será el magistrado Julián Sánchez Melgar.

Conviene recordar que fue la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia navarra fue la primera en condenar a unos directivos del fútbol español y a unos jugadores por el delito de corrupción deportiva, es decir, por amañar partidos.

Posibilidad de recuperar el dinero

El fallo concedía a Osasuna la posibilidad de recuperar casi 3 millones de euros distraídos. Las juezas del tribunal navarro incluso consideraron delito las primas a terceros y, así, anudan en un mismo pack el pago de 400.000 euros al Betis por ganar al Valladolid y otro de 250.000 para que los verdiblancos se dejaran vencer en Pamplona.

La Sala no entró en disquisiciones del tipo ¿cómo es posible que dos jugadores lesionados como Amaya y Xavi Torres fueran capaces de pactar en nombre de toda su plantilla? Tampoco aclaran quién conocía el acuerdo, quién se repartió el dinero o quién lo materializó en el césped. Las magistradas adviertieron de que el delito de corrupción se comete con la mera reunión para llegar a un pacto de este tipo y este es uno de los puntos cruciales que las defensas tratan de combatir en los recursos que han presentado en el Supremo.

Condenados por el caso Osasuna.

Y Amaya y Torres resultaron ser los primeros futbolistas españoles condenados por amaños, porque se considera además que se reunieron con Vizcay y Peralta, que recibieron el efectivo en el garaje de Sevilla y que llamaron a menudo a los exresponsables de Osasuna para recordarles que el pacto era por un millón de euros y que lo habían incumplido.

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La apropiación es la condena más grave

Pero la envergadura de las condenas no la alimenta los amaños, sino el paradero desconocido de los 2,3 millones que salieron del club en el mandato de Archanco y la elaboración de dos documentos (un recibo a unos inmobiliarios catalanes amigos de Peralta por 900.000 euros y el contrato y facturas de Flefield por 1,4 millones) que se crearon exprofeso para ocultar dichas salidas. En esto, Vizcay --al que el tribunal le imputa además el conocimiento exclusivo de un préstamo de 600.000 euros del cuñado de Purroy, que no pasó ni por la contabilidad del club- se lleva la palma. Al confesor se le impone la pena más severa. 8 años y 8 meses de cárcel. Entre multas e indemnizaciones tiene que abonar casi 1,5 millones. Archanco, Pascual (recientemente fallecido) y Peralta son condenados a más de 6 años de prisión y Sancho Bandrés a 5,5 años por no participar en la corrupción deportiva. Estos cuatro últimos, además de Vizcay, son condenados o por bien extraer dinero o bien por consentir su extracción para dedicarlo a fines ilícitos. También se condena a los dos inmobiliarios (Valencia y Nolla -también fallecido-) por firmar un recibo falso a sabiendas. El exdirector de la Fundación, Diego Maquirriain, absuelto porque dicen las juezas que no sabía nada del fin de los 400.000 euros que llevó a Sevilla.