Como en el Bernabéu, Arrasate dispuso un trivote en el medio campo, mandó a Moncayola sobre Parejo y trató de ahogar la circulación de balón del Villarreal. Pero a diferencia de lo ocurrido en Madrid, Osasuna renunció a la pelota (la posesión en la primera parte fue del 28%) y eso le acabó penalizando. Arrasate no movió el banquillo hasta el minuto 63. No hubo capacidad de reacción ni oportunidades de gol.

Cuatro partidos sin ganar: ¿llega el bache de todos los años?

El Osasuna de Arrasate ha acostumbrado a la afición en los tres años anteriores ha terminar en una posición acomodada, pero también a encadenar un largo bache con resultados negativos. No son pocos los que tras contemplar los últimos partidos se preguntan hoy si los rojillos habrán entrado en esa etapa anodina. El bajón en el rendimiento de jugadores importantes como Moi o Moncayola es un mal indicio.

32 tarjetas amarillas ha recibido ya Osasuna

Ni es normal que Osasuna sufra cuatro expulsiones consecutivas ni que en nueve jornadas acarree ya 32 tarjetas amarillas. En la pasada temporada. por ejemplo, acumuló 27 en los primeros nueve encuentros y en uno de ellos se quedó a cero. Todo un problema a la hora de lidiar con posibles suspensiones.