El entrenador del Espanyol, Diego Martínez, recordó ayer con cariño su etapa en Osasuna en la temporada 2017-18, en la que los rojillos terminaron octavos en Segunda División, sin alcanzar el objetivo de disputar la promoción de ascenso. “Fue muy bonito. Viví mucho con personas con las que mañana (por hoy) nos daremos un abrazo. Para mí fue un año muy enriquecedor”, dijo el preparador gallego en vísperas de regresar a El Sadar como adversario de Osasuna.

Sobre el partido de esta tarde, Diego Martínez subrayó que su equipo afronta un “reto durísimo ante un rival fortísimo”. Además, ensalzó la estabilidad del club anfitrión y su apuesta por el largo plazo: “Es ejemplar y es bueno ponerlo en valor porque tiene mucho mérito”. El responsable del banquillo blanquiazul insistió en que este choque es “muy diferente” a todos los que ha diputado hasta ahora y por eso pidió “extremar la atención”. “Debemos ser muy intensos en los duelos individuales y necesitamos la personalidad que por momentos hemos conseguido tener con el balón”, apostilló.

En el plano anímico, el preparador del Espanyol confesó que el triunfo contra el Valladolid (1-0) en la última jornada ha dado alas al grupo. “Cuando ganas, el estado es distinto. Lo necesitamos porque el equipo estaba tremendamente agotado por el esfuerzo. Eso nos debe dar no solo confianza, sino motivación para trabajar más duro”, comentó.

Por otra parte, Diego Martínez avanzó que varios futbolistas de su plantilla, sin concretar más, se encontraban ayer con un virus estomacal, algo que le preocupa. “No sabemos los minutos que pueden tener. No sabes cómo puede afectar eso a la musculatura y a la resistencia y más en un duelo como este, que será intenso y con ritmo”, remató el entrenador del Espanyol.