Osasuna selló ayer en San Mamés el pase a la que se va convertir en la segunda presencia del conjunto navarro en una final de Copa de su ya más que centenaria historia. Los rojillos buscarán su primer título el sábado 6 de mayo en La Cartuja de Sevilla contra el ganador de la otra semifinal, en la que el Barcelona defiende esta noche en el Spotify Camp Nou ante el Real Madrid el 0-1 que logró en la ida en el Santiago Bernabéu. Y lo harán después de completar una emocionante y tortuosa trayectoria que comenzó en la localidad zaragozana de Fuentes de Ebro, donde Osasuna goleó al equipo local, de Regional, para después ir pasando rondas contra rivales de cada vez superior categoría hasta plantarse en la final.
Resolvió Osasuna sus dos primeras eliminatorias con relativa solvencia ante el Fuentes de Ebro, equipo de la Regional aragonesa al que batió por 1-4, y ante el Arnedo de Segunda RFEF (1-3), choques que disputó el año pasado justo antes y justo después del parón que sufrieron todas las competiciones por la disputa del Mundial de Catar, respectivamente. Y luego llegó lo más difícil, como superar al Nàstic, de Primera RFEF, el 5 de enero en Tarragona, donde Osasuna necesitó una prórroga y un tanto en propia puerta del cuadro catalán para seguir adelante.
Los octavos de final en Sevilla contra el Betis, campeón vigente de la Copa, se convirtieron en una prueba de fuego que Osasuna superó al forzar de forma agónica la prórroga y la tanda de penaltis, en la que ninguno de sus lanzadores falló y Sergio Herrera se erigió en protagonista con un paradón a Canales.
Se ganó el conjunto navarro el derecho a disputar una eliminatoria de Copa en El Sadar cinco años después, y no desaprovechó su ocasión ante el Sevilla, al que también superó en la prórroga, para avanzar hasta la sexta semifinal de su historia, en la que ha ejercido de verdugo del Athletic a doble partido.