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Juez de línea

¿Ha tocado techo Osasuna?

Osasuna no puede afrontar cuatro competiciones si el entrenador no tiene recursos para formar dos equipos capaces de encarar con solvencia las obligaciones de la Liga y, al mismo tiempo, no sufrir una merma de rendimiento en los otros frentes

¿Ha tocado techo Osasuna?Oskar Montero

Encara Osasuna su quinta temporada consecutiva en Primera división con un reto de altura: ¿es posible superar el resultado del último ejercicio? Mejorar es siempre un desafío y en el caso de los deportistas el fundamento principal de su actividad. Para ello trabajan y experimentan a nivel individual en tanto que como grupo el club aporta refuerzos, un fortalecimiento extra que complete el proyecto. Si el objetivo de Osasuna es dar un paso más, en la práctica supondría terminar la Liga entre los seis primeros y repetir (y ganar) en la final de Copa. La participación en la Supercopa de España y en la Conference League es una cuenta nueva pero no hay que darse por satisfecho, a priori, con hacer acto de presencia. Todo ello asoma como un trabajo titánico en el que repetir lo alcanzado la pasada campaña ya sería un enorme éxito, teniendo en cuenta, como siempre, el límite del presupuesto y, como consecuencia, el perfil de la plantilla. Lo que nos lleva a plantear la preguntar de si el equipo de Arrasate ha tocado techo.

Desde que el técnico vizcaíno tomó las riendas de la plantilla, el progreso deportivo ha sido una constante en estos cinco años. El salto experimentado en el pasado curso es la materialización de una evolución en el estilo de juego y de una elección más minuciosa de jugadores, foráneos y de la cantera, con alto nivel de calidad y competitividad. La selección de las incorporaciones es más rigurosa, aunque ello suponga siempre elevar el desembolso, no solo para fichar sino para retener el talento emergente de Tajonar, codiciado por otros equipos y a edades más tempranas. En esta línea de trabajo cabe entender la llegada de Catena, Mojica y Raúl García de Haro –los dos primeros avalados por su trayectoria en Primera y el tercero como una decidida apuesta de futuro– o la participación en la pretemporada de muchachos como Xavi Huarte y Adama Boiro. Pero, siguiendo el argumento del techo del rendimiento, la aspiración debe ser encontrar a alguien que pueda ofrecer las prestaciones de Abde, elemento diferencial la pasada campaña: parece muy difícil. En cuanto al necesario refuerzo en la delantera, Raúl García de Haro presenta unas características que encajan como anillo al dedo en este Osasuna.

Osasuna no puede afrontar cuatro competiciones si el entrenador no tiene recursos para formar dos equipos capaces de encarar con solvencia las obligaciones de la Liga y, al mismo tiempo, no sufrir una merma de rendimiento en los otros frentes. El plazo que resta hasta el cierre de mercado debería traer a Pamplona al menos a un par de futbolistas bien de calidad contrastada o que apuntan un futuro magnífico y encuentren aquí una rampa de lanzamiento. La política de cesiones, aunque cortoplacista, ha sido muy rentable con jugadores como Estupiñán, Manu Sánchez y Abde.

La cantera, que pasa por uno de sus mejores momentos de productividad, ha demostrado en casos como el de Iker Muñoz y Diego Moreno que puede aportar con determinación en momentos de urgencia. Eso ha dado más rango y exigencia al Promesas como lanzadera al primer equipo desde una categoría, la 1ª RFEF, que ha crecido en nivel de competencia y en la que cada vez debe extrañar menos que las plantillas acojan a futbolistas extranjeros, como ocurre con los dos griegos incorporados al filial rojillo. Siempre que mejoren lo que hay, no debe dar lugar a rasgarse las vestiduras.

Expuesto lo anterior, suena extraño recordar que todo pasa, las expectativas del equipo y el sostenimiento del club, por eludir dentro de diez meses los tres últimos puestos de la clasificación. Un equipo como Osasuna no está autorizado a recrearse en las conquistas del pasado; cada temporada debe pasar un nuevo examen en el que el 5, en ocasiones, no concede el aprobado si el resto de competidores están por encima de esa nota. Los rojillos llegan al estreno todavía con el regusto de haber realizado la mejor temporada de los últimos 18 años… y con el nivel de exigencia por las nubes.

La afición de Osasuna se hace con las gradas de La CartujaOskar Montero

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CUATRO APUNTES

Un inicio exigente y peligroso. Osasuna ha iniciado las últimas temporadas consiguiendo un botín de puntos que le aportaban tranquilidad y le permitían sortear los periodos de crisis. En esta oportunidad, el calendario de partidos del primer mes es más exigente. Le esperan tres salidas complicadas a Vigo, Valencia y Getafe; por El Sadar deben pasar Athletic y Barcelona, además de disputar la eliminatoria de Conference League. La temporada es larga, sí, pero solventar de forma airosa ese inicio allana bastante lo que queda por delante.

Llega un delantero: ¿sale otro? Osasuna ha realizado un fuerte desembolso económico por fichar a Raúl García de Haro. Los 6 millones de euros de la operación desequilibran las cuentas, sobre todo porque no llega el ingreso extra que supondría un traspaso. En este punto, la operación cerrada ayer podría sufragarse con la salida de un futbolista como Chimy Ávila que ya el pasado mes de julio comunicó al club que tenía ofertas, aunque habría que negociar a la baja su cláusula de 30 millones.

Crisis con sordina en la directiva. Aprovechando el bullicio y el despiste de las fiestas de San Fermín, Luis Sabalza abrió y resolvió en horas una crisis en la directiva. Despidió sin previo aviso a cuatro directivos e incorporó a tres nuevos ya avisados. Los momentos de tensión en la reunión de la junta en la que el máximo mandatario comunicó a bote pronto su decisión no se recogían en el comunicado oficial. La posterior continuidad de Fran Canal como director general, tras unos días de suspense, no parece ajena a la maniobra del presidente.

El sentimiento y la pertenencia. En un hecho con pocos precedentes en el fútbol profesional, tres altos cargos de Osasuna rechazaron otras tantas ofertas que mejoraban sus condiciones en Pamplona. Por rango de relevancia, Fran Canal dio marcha atrás al avanzado acuerdo que tenía con el Celta tras salir victorioso en el pleito con la UEFA; el director deportivo, Braulio Vázquez, dijo no al Sevilla; y el secretario técnico, Cata Prieto, renunció a una propuesta del Deportivo de A Coruña. Los dos primeros esgrimieron razones emocionales para no entrar en más detalles de su decisión. Debe ser el “sentimiento de pertenencia” que tantas veces ha invocado Braulio...