Osasuna estaba entrando en la peligrosa rueda de centrar mucho pero sin peligro, como ocurriera el sábado ante el Athletic, hasta que Moncayola sacó el guante desde el flanco izquierdo y el Chimy remató de forma magistral de cabeza para meter a Osasuna de nuevo en la pelea. Fue una visión. Un par de minutos solo soñó la grada con la nueva igualdad, porque el Brujas siguió con su calculadora y en su segundo remate, de De Cuyper, anotó el segundo gol. Pero merece la pena revivir la explosión de alegría en la grada de El Sadar, que volvió a retumbar:
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