La afición de Osasuna abandonó abatida e indignada las gradas de El Sadar, no tanto por la derrota a manos del Atlético de Madrid del Cholo Simeone, sino por las circunstancias de la misma. Y es que el luminoso marcaba 0-1 cuando David García cabeceó a la red un balón que hubiera supuesto el empate, de no ser por la mediación del colegiado del encuentro, el alicantino Juan Martínez Munuera. Todavía quedaba mucho por jugar, pero ahí murieron las aspiraciones locales.

La parroquia rojilla no es la única decepcionada con la actuación arbitral, ya que según apunta el medio Archivo VAR, el Comité Técnico de Árbitros no entiende cómo desde la sala VOR no se pidiese al colegiado que revisara la acción. Martínez Munuera interpretó como falta un ligero toque de Aimar Oroz sobre Witsel antes de que David García enviara el balón dentro de la portería de Oblak. El centrocampista de Arazuri, que sí que impactó con el belga, lo hizo tras ser empujado por José María Giménez dentro del área.

Pese a la infracción, González Fuertes, a los mandos del VAR, no creyó conveniente avisar al árbitro sobre el césped. Desde el CTA ven comprensible el error de Martínez Munuera, obligado a decidir en el momento, pero no así el de González Fuertes y decidirán en las próximas horas si es lo suficientemente grave como para que este se pase la próxima jornada en la nevera.

"Giménez me mete un empujón y le toco un poco con los dedos (a Witsel), pero nada de codo", se quejó el propio Aimar en unas comedidas declaraciones a DAZN sobre el césped de El Sadar apenas un par de minutos después de la finalización del duelo.

EL SILENCIO DE SIMEONE

Incluso el Cholo Simeone titubeó a la hora ser preguntado por la polémica acción. En una conversación captada por las cámaras de El Chiringuito se ve cómo el técnico colchonero duda cuando su hijo Gianluca lo pone en un aprieto: "¿Pero fue falta?". Quien calla otorga.