La plantilla de Osasuna se ha entrenado esta mañana en Tajonar después de la primera victoria de la temporada en El Sadar lo que le ha dado a la sesión un tono distinto. Como estaba previsto, Unai García ya ha comenzado a participar del trabajo del grupo en su totalidad tras haber estado la práctica totalidad de este curso entrenándose por su cuenta para tratar los problemas en una de sus rodillas. La presencia del central con el resto de sus compañeros es el primer paso para la adquisición de ritmo y la inclusión en los planes de Arrasate en las convocatorias a corto plazo.

Los jugadores se han entrenado por grupos, con más intensidad para los que no jugaron contra el Granada o lo hicieron menos minutos. Aimar Oroz, que sufrió un aparatoso pisotón por parte de Lucas Boyé que supuso la expulsión del delantero argentino, también se ha entrenado con normalidad.

Osasuna guarda ahora dos días de descanso antes de regresar a los entrenamientos el martes para preparar el partido del domingo con el Betis en el Benito Villamarín (14.00). Arnaiz, el otro futbolista baja por lesión ante el Granada, tendrá esta semana por delante para intentar llegar al compromiso frente al conjunto andaluz. El delantero ha realizado esta mañana trabajo parcial con el grupo, lo que augura buenas expectativas.

La situación anímica de Osasuna ha mejorado tras los tres primeros puntos obtenidos en El Sadar y, a la espera de cómo se vaya desarrollando la jornada, los 13 puntos en el casillero también impulsan hacia una situación clasificatoria mejor. Solo con la Liga como único objetivo en los próximos meses –la Copa no llega hasta más adelante–, con más jugadores recuperados, Osasuna tiene por delante un trayecto de competición para asentarse en la zona tranquila, plantearse mejorías en todos e ir definiendo el objetivo del curso.