El técnico del Girona, Míchel Sánchez, afirmó ayer que sus futbolistas están haciendo “un temporadón” y que “merecen el reconocimiento” que están teniendo porque sumar 28 puntos de 33 posibles es “una puntuación brutal, espectacular”. Míchel celebró el buen momento del equipo, pero insistió en que quiere llegar “lo más rápido posible a los 40 puntos y después ser capaces de fijar algún otro objetivo más ambicioso”, aunque matizó que “los rivales ya saben el nivel que está dando el Girona y cada partido será más complicado”.

En este sentido admitió que los dos próximos encuentros, a domicilio ante Osasuna y el Rayo, le parecen “partidos de inflexión”.

El entrenador argumentó que “Osasuna es un gran equipo y en Pamplona más” y “un proyecto muy consolidado”, un ejemplo a seguir. Destacó que el conjunto navarro, “un equipazo”, solo tiene 13 puntos porque ha jugado contra el Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Barcelona, el Athletic, el Betis, el Valencia y el Sevilla en estas once primera jornadas: “Sus datos son muy buenos. En resultados no, pero sí en rendimiento”.

“Es un equipo muy vertical, con jugadores por dentro de un talento espectacular y con velocidad por fuera”, dijo antes de señalar los nombres de Chimy Ávila y Ante Budimir y la figura de Jagoba Arrasate: “Es de los mejores entrenadores de la Liga”.

Míchel también señaló la agresividad y la intensidad de Osasuna y subrayó la importancia de no perder el balón “en situaciones complicadas” para minimizar las transiciones del rival. “Habrá que hacer un partidazo en defensa”, para vencer.