Osasuna avanzó ayer de ronda en la Copa del Rey tras apear del torneo al Castellón en la prórroga gracias al tanto de José Arnaiz en un nuevo tiempo extra aprovechado por los de Jagoba Arrasate para llegar a la Supercopa con tan solo una derrota de sus seis últimos choques.

Arrasate vaticinó una eliminatoria a partido único complicada en Castalia. Así fue. Pese a la buena primera mitad de los rojillos, con ocasiones y dominio casi constante, el gol no se daba, circunstancia que dio alas a los locales pasados los 45 minutos de juego.

Con un once plagado de novedades, pero con hombres que siempre han tenido peso en el equipo como Rubén García, Barja o Torró, Osasuna buscó imponer la intensidad a su favor. Raúl García, bastante desacertado, no tuvo su día y perdonó en varias ocasiones su tercer gol desde que está en Pamplona.

El Castellón fue creando problemas con un juego fluido y valiente, acompañado en todo momento por una afición que se volcó con los suyos. Esa energía se fue reduciendo y Arrasate decidió meter a Peña, Arnaiz, Aimar, Budimir y Areso, futbolistas todo ellos titulares, para ponerse serio y tratar de no llegar a la prórroga.

Osasuna, al igual que la temporada pasada, tuvo que disputar 30 minutos extra. La maquinaria del equipo fue a más, claramente superior a su rival durante gran parte de la contienda. José Arnaiz estuvo fino para colar el balón por el palo del portero después de una buena asistencia de Jesús Areso, la revelación de la temporada en las filas del equipo.

Los de Tajonar solventaron con éxito una nueva prórroga después de las cuatro del año pasado en la competición del KO. Es su territorio y los de Arrasate tienen pillada la medida a esa parcela. Nástic, Betis, con penaltis incluidos, Sevilla (cuartos) y Athletic (semifinales) han sido los perjudicados.

La resiliencia es una de las facetas de un equipo que no atraviesa su mejor momento en cuanto a juego, pero que ayer mostró señales de vida con los menos habituales.

Entre Liga y Copa, Osasuna acumula una sola derrota en sus seis últimas citas, atisbo de esperanza para volver a ver la mejor versión de un grupo de futbolistas que hace tan unos meses hicieron historia.

De esta forma, el conjunto navarro viaja mañana a Arabia Saudí con la intención de tumbar al Barcelona en las semifinales de la Supercopa de España 2024 que se disputarán este jueves en el Al-Awwal Park de Riad.

A pesar de la superioridad culé, los pamploneses esperan plantar cara al actual campeón de Liga con la posible baja de un Chimy Ávila que ayer no estuvo en el banquillo por molestias en la zona del sóleo.