A Jorge Herrando Oroz (Campanas, 28/2/2001) le asoma una sonrisa permanente en el rostro, que se le ilumina cada vez que habla de Osasuna. Y más ahora que ha encontrado acomodo en el once inicial del primer equipo rojillo en los dos últimos partidos de Liga. Ahora va a por el tercero, pero entremedias se prepara a conciencia en Tajonar y protagoniza una amena charla con este periódico.

Titular en los dos últimos partidos con dos victorias y dos porterías a cero. ¡Vaya racha!

–Conseguir los seis puntos y sin encajar me gusta mucho como defensa. Que no te marquen es casi como otro partido aparte.

¿Habrá un tercero consecutivo este domingo en Las Palmas?

–Ojalá tener continuidad, pero eso es cuestión del míster. Hay que ir con paciencia y haciendo las cosas bien, trabajando en la sombra y esperando la oportunidad.

Qué prefiere, ¿defensa de cinco o de cuatro?

–Me encuentro cómodo en ambas. Sí que es verdad que he jugado bastante más en defensa de cuatro, pero se trata de adaptarse a las circunstancias del partido.

¿Cómo vivió el pasado mercado de invierno, en el que estuvo a punto de salir cedido?

–Sí que hubo interés de algún equipo. Yo quería tener minutos, entendía que aquí no los estaba teniendo y que en Segunda podía tenerlos, pero, al final, hablando con el club, llegamos a la conclusión de que me iba a quedar aquí. Además, fue el momento en el que habíamos cambiado a la defensa con tres centrales. Siempre vamos de la mano con el club y en ningún momento presioné para salir. Hablamos y entendimos que era mejor que me quedara.

Y está teniendo minutos, así que no se arrepiente de la decisión, ¿no?

–No, pero tampoco me hubiera arrepentido si no hubiera jugado estos últimos partidos. Había que tomar una decisión y cualquiera estaba bien, aunque ahora estoy teniendo la suerte de que el entrenador está contando conmigo.

Un entrenador, Jagoba Arrasate, que dijo recientemente de Unai García y de usted que “son dos tíos que dignifican el escudo de Osasuna”. ¿Qué pensó cuando escuchó esto?

–Siempre gustan esos elogios, sobre todo por lo de sentir el escudo. A mí eso me gusta porque somos dos chavales de aquí, de la tierra… Yo a veces estoy cambiándome o en el gimnasio, me miro el escudo y pienso: “Estoy entrenando con Osasuna, llevo aquí el escudo...”. A veces me gusta pararme, recordar y saber dónde estoy porque igual con la monotonía no te das cuenta y hay que darle un valor de la hostia.

Hablando de recordar, ¿cuántos años tenía cuando Martín le llamó para entrenar con el primer equipo de Osasuna por primera vez?

–15.

Y ocho después, a punto de cumplir 23, está siendo titular en Primera...

–Sí, y agradezco al círculo que me ha rodeado, mi familia y mis amigos, que me ha ayudado a gestionar todo esto porque no es fácil tener los focos encima desde tan joven. Ha sido un trayecto largo, pero mi entorno me ha arropado desde el principio y no ha dejado que se me fuera la cabeza. Al final era un chaval de 15 años que sube al primer equipo y que no sabía muy bien la situación en la que estaba, ni entendía muy bien los entrenamientos que hacíamos. Además, estaba en 4º de la ESO y tenía que seguir estudiando, pero en eso me han educado muy bien.

Habla de un proceso largo, pero también natural...

–Sí, pero me gusta recordar también que hubo un año en el Promesas que me lesioné en verano, no estaba contando con minutos y bajé tres o cuatro partidos a jugar con el División de Honor juvenil. No tuve miedo a dar un paso atrás para seguir avanzando. Paso a paso he ido quemando etapas y ahora estoy recogiendo los frutos de mi trabajo.

¿Ha pedido autógrafos a alguno de sus actuales compañeros?

–Tengo fotos con Azpilicueta y recuerdo que cuando iba a El Sadar como aficionado me fijaba mucho en Unai y David, y para mí es un orgullo de la leche jugar ahora junto a ellos porque de pequeño han sido mis ídolos.

¿Qué importancia le da a que esta temporada esté habiendo una media de cuatro canteranos en el once inicial de Osasuna?

–Eso es Osasuna. Ese sentimiento de pertenencia, de defender siempre el escudo tanto si te toca estar en el campo como si no, en los entrenamientos… Es algo diferente. Muchas veces decimos que somos jugadores de fútbol, no de Osasuna, pero para mí es algo que no se puede separar. Para mí es un orgullo. Soy jugador de fútbol y osasunista, y eso no se puede separar.

Con 15 puntos sobre el descenso y estando a 7 de la séptima plaza, que el curso pasado le dio a Osasuna billete para la previa de la Conference, ¿hasta dónde puede llegar el equipo?

–El primer objetivo lo tenemos prácticamente hecho y ahora debemos centrarnos en el próximo partido. Los resultados nos irán diciendo, aunque somos optimistas y miramos para arriba.

¿Teme que Osasuna pueda perder la motivación?

–Es un poco más complicado no tener una aspiración o no estar mirando para arriba o abajo, pero creo que encontramos la motivación como jugadores de Osasuna en cada partido. Eso ya es una motivación en sí y al equipo no le va a faltar aunque estemos en tierra de nadie. Además, ahora estamos con hambre de seguir esta racha e intentar lograr una tercera victoria seguida.

Jorge Herrando, jugador de Osasuna. Oskar Montero

Decía un tertuliano en la radio que Jorge Herrando tenía como virtud ser un central pesimista, ya que siempre estaba concentrado porque pensaba que iba a pasar algo malo...

–Puede ser. Muchas cosas de esas se las tengo que agradecer a Santi Castillejo. Cuando estaba en el Promesas, nos decía que pensáramos siempre que el compañero iba a fallar para estar alerta. Así, si las cosas salen bien, no pasa nada; pero, si salen mal, estás preparado. Eso sí, siempre teniendo confianza en los compañeros.

Cita a Santi Castillejo. De los entrenadores que ha tenido, ¿se queda con alguno?

–De todos he aprendido mucho, pero recuerdo con mucho cariño a César Monasterio, que cuando me tocó bajar tres o cuatro partidos del Promesas al División de Honor juvenil, donde estaba él, fue quien me dio la confianza que necesitaba. Y de Santi (Castillejo) y Jagoba (Arrasate) he aprendido mucho y les estoy muy agradecido.

Para terminar, ¿qué prefiere: ganar con portería a cero o marcando gol?

–El defensa, portería a cero. Zapatero a sus zapatos. Si luego puedo meter un gol, mejor, pero lo primero es defender bien.

Herrando, en el partido ante el Barça en Montjuïc. PACO LARGO