Álex Berenguer marcó a las 00.47 de la madrugada del domingo y otorgó a la séptima plaza de la Liga la condición de europea. Fue el cuarto lanzamiento de la tanda de penaltis que había inaugurado con éxito Raúl García y que zanjaba la Copa para el Athletic. El exdelantero de Osasuna no ejecutó la pena máxima de la mejor de las maneras –conectó con el balón de manera poco ortodoxa, el portero adivinó la trayectoria de la pelota... y entró–, pero alineó todos los astros de la manera que muchos querían.

Por supuesto para el Athletic, que se llevó la Copa y se clasificó para la Liga Europa y la Supercopa, pero también para Valencia (44), Betis (42) y Osasuna (39) que, con permiso de Villarreal y Getafe –los siguientes en la clasificación con 38 puntos–, están dispuestos a pelear la séptima posición que saca pasaporte para la Liga Conferencia.

Si había que buscar un aliciente para las últimas jornadas, en las que parecía casi todo hecho y, con la anunciada marcha del entrenador, incluso se pensaba en un final de curso a otra velocidad, los acontecimientos han empujado a los rojillos a un escenario de exigencia, de ilusión y de duro trabajo si se puede hasta el final.

Si hace unos días el entrenador del Valencia, Rubén Baraja, se mostraba prudente pero confirmaba que había ilusión en el entorno por la pugna por el séptimo puesto y comprendía la predilección del aficionado che por una victoria del Athletic en la final de Copa; si Willian José, delantero del Betis, no se mordía la lengua y afirmaba que “ojalá que gane el Bilbao”, aunque en Osasuna nadie ha abierto el pico, públicamente, los intereses cruzados y comunes eran muy claros.

Dos de los rivales directos en la lucha por el séptimo puesto van a visitar El Sadar y en esos encuentros va a haber mucho en juego para el futuro. El encuentro con el Valencia, a pesar de ser lunes, se ha convertido en un auténtico regalo para el aficionado para seguir haciendo cuentas y profundizando en la ilusión de esta carrera final del torneo. Sin embargo, los dos partidos consecutivos fuera de casa después de jugar con el Valencia en El Sadar –en Vallecas y Granada– se presentan como la prueba casi definitiva.

Serán dos partidos con mucha exigencia por la peculiar situación de los rivales –uno peleando por eludir el descenso y el otro sentenciado– y porque si hay ganas de llegar al objetivo se deberá estar a la altura. El equipo de Arrasate se planta en los últimos encuentros del campeonato –en los que también tendrá que medirse a los dos finalistas de la Copa– con una larga temporada a sus espaldas, que empezó a principios de agosto con la participación en la ronda previa de la Liga Conferencia. Por eso viene por delante un duro test mental y físico.

La clasificación para jugar en Europa –un objetivo difícil, pero que por ello no deja de serlo– también tendrá su efecto en la planificación de la próxima temporada, en la que hay mucho trabajo por hacer, empezando por la definición del entrenador.

LOS DATOS

Ocho partidos: Los rojillos tienen dos encuentros en casa frente a rivales directos en la lucha por la séptima plaza: Valencia y Betis.

CALENDARIO

Abril

Lunes 15 (21.00). Liga 31ª: Osasuna-Valencia

Sábado 20 (16.15). Liga 32ª: Rayo-Osasuna

Dom. 28 (16.15). Liga 33ª: Granada-Osasuna

Mayo

Día 5. Liga 34ª: Osasuna-Betis

Día 12. Liga 35ª: Athletic-Osasuna

Día 15. Liga 36ª: Osasuna-Mallorca

Día 19. Liga 37ª: Atlético-Osasuna

Día 26. Liga 38ª: Osasuna-Villarreal