Piden 50 años al exojeador de Osasuna acusado de abusos

El fiscal tiene en cuenta así las pruebas remitidas por la Policía relativas a las ocho víctimas, aunque solo se haya interpuesto una denuncia, y solicita, en siete de los ocho casos, la imposición de una condena de diez años por cada uno de ellos. En el otro, pide una pena de seis meses.

El ministerio público considera, según esta información, la existencia de diferentes delitos cometidos sobre los menores de edad cuando se sucedieron los hechos. Así, ve probados los delitos de pornografía infantil, descubrimiento de secretos, abusos sexuales y acoso a menores a través de internet, child grooming en su acepción anglosajona, y, en alguno de los casos, incluso delitos de lesiones.

En este caso también se ha personado una acusación particular, que solicita 12 años de prisión para el técnico.

Los investigadores del caso consideran, según hicieron público hace un año, que el exentrenador se hacía valer de su condición de ojeador de Osasuna,para prometer a los menores que podrían ir a jugar al conjunto navarro. Guillermo de Soto fue detenido en la localidad riojana de Ventas Blancas en agosto de 2022 tras la denuncia interpuesta por un menor de edad. Su detención y la encautación de una tableta y dos dispositivos móviles, permitió a los agentes identificar la existencia de, al menos, otras siete víctimas, que fueron incorporadas al informe remitido al Juzgado desde la Jefatura Superior de Policía.

Con las calificaciones de fiscalía, acusación particular y defensa ya entregadas, el Juzgado deberá determinar la fecha de apertura del juicio de forma posterior a la resolución de un recurso presentado por Osasuna para el que Willy ejercía como ojeador en el fútbol base de la comunidad.

Según indica El Día de La Rioja, el jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, Eduardo Esteban, calificó de “depredador” a Guillermo de Soto. Ya a principios de mayo de 2023, la Policía Nacional informó de que la investigación permitía concretar abusos sexuales sobre un mínimo de ocho víctimas de entre 15 y 18 años a quienes, supuestamente, prometía contratos deportivos, entre ellos el club de referencia de Navarra. También le atribuyeron los investigadores un delito de pornografía infantil y otros tres de acoso sexual de menores por internet o child-grooming.

Tras su detención, los agentes le incautaron dos móviles y una tableta, en los que había cerca de 63.000 archivos multimedia de índole sexual con menores, siempre en base a los datos ofrecidos en aquel momento por la Policía. De hecho, los investigadores no descartaron, en un principio, la aparición de más menores afectados, ya que el detenido trabajó durante muchos años como entrenador deportivo, en concreto, en diferentes clubes de fútbol base de la Comunidad riojana.