Era de la generación que combatió en Segunda y Tercera división. Permaneció diez años en Osasuna y el club le dio la baja en la temporada del retorno a Primera después de 17 años de travesía del desierto. Así es la vida y así es el fútbol. Este sábado 22 de junio falleció en Pamplona el exguardameta Esteban Iparraguirre Erro. Tenía 75 años y durante su carrera compitió por la titularidad con dos clásicos: Alberto Lanas y Javier Vicuña. Repasando su etapa como rojillo y lo que después ha crecido el club, se felicitaba porque “sientes que tu granito de arena está ahí”

Iparraguirre fichó por Osasuna en la temporada 1969-70. Era su retorno a Pamplona después de haber sido captado por el Real Madrid y llegar hasta el equipo amateur. Tenía 20 años y fue cedido al Iruña para seguir con su etapa de formación. Antes había jugado en el juvenil del Pamplona; de allí pasó a la Universidad Laboral de Tarragona, donde estuvo tres años. En el Izarra compitió una temporada para pasar luego al Real Madrid por espacio de dos más, y después ya recaló en Osasuna.

Su primera aparición como rojillo quedó registrada el 26 de agosto de 1970 en un partido de homenaje al árbitro Daniel Zariquiegui en el que Osasuna empató 1-1 con el Burgos. Desde ese momento compartió la defensa de la portería con los citados Lanas y Vicuña, peleando también con los gustos de la afición, que en parte se decantaba por el entonces joven guardameta de Añorbe. Como explicaba un especialista en la biografía de porteros vascos, Iparraguirre “ fue posiblemente uno de estos esforzados atletas solitarios, solidarizado con su enemigo (bien entendido), el otro portero del equipo. Entre ellos hacían posible que tanto uno como el otro pudieran jugar de manera aceptable”. Iparraguirre formó parte del llamado proceso de navarrización del equipo.

Esteban Iparraguirre, en una imagen de archivo, en Tajonar.

Esteban Iparraguirre, en una imagen de archivo, en Tajonar. Mikel Saiz

Sin ser un portero espectacular, sus prestaciones siempre fueron de alto nivel, gracias a su planta atlética y su empeño constante por mejorar. Fue el portero en el histórico partido con la Leonesa, el último jugado por Osasuna en El Sadar en Tercera división. También un tipo honrado, que en octubre de 1975 denunció un intento de soborno.

En una entrevista publicada en este periódico, destacaba que"para un rochapeano, llegar al primer equipo de Osasuna es increíble". Y abundaba: "Llevo media vida en Osasuna y con una gran alegría, porque marcamos una época. Subimos a Segunda en 1977 en un partido muy famoso en Torrejón y ya no se bajó más a Tercera, como nos pasaba a nosotros. Algo dejamos para que otros pudieran coger las riendas y asentar al club a partir de 1980. Sientes que tu pequeña parte, tu granito de arena, está ahí. Osasuna es un equipo de amigos y eso lo iniciamos nosotros. Éramos una cuadrilla y es algo que todavía está ahí", relata.

Tras su retirada, trabajó en Seguros Caser. Estaba ligado a Osasuna siendo parte activa de la Asociación de Veteranos. Su hijo, también de nombre Esteban, jugó como portero en las categorías inferiores de Osasuna. El funeral se celebra este domingo 23 de junio a las cinco de la tarde en la Iglesia de la Asunción de Asiain. Posteriormente, recibirá sepultura en el cementerio de la localidad.