Osasuna tiró este domingo de cartera para regresar a la senda del triunfo y conquistar su segunda victoria consecutiva en El Sadar tras las dura derrota que encajó el pasado jueves en Montilivi contra el Girona (4-0). Los rojillos batieron al Celta por un apretado 3-2 en un partido en el que los tres fichajes del conjunto navarro tuvieron protagonismo en cada uno de los tres goles de su equipo. Y es que el central Enzo Boyomo anotó el 1-0 en su debut apenas tres días después de que se concretara su fichaje, de las botas del cedido Bryan Zaragoza nació el 2-1 (lo marcó en su propia portería Carlos Domínguez) y Abel Bretones hizó el 3-1, que no fue definitivo porque el partido terminó 3-2.

En un día en el que sólo tres canteranos se asomaron al once inicial de Vicente Moreno (los elegidos fueron Jesús Areso, Jon Moncayola y Aimar Oroz), cifra que se elevó a cuatro cuando Iker Benito sustituyó a Rubén García en el minuto 77 y que en el 88 volvió a bajar a tres al retirarse del terreno de juego Moncayola y Aimar y entrar Pablo Ibáñez (junto a Moi Gómez), la cartera cobró protagonismo.

Los tres futbolistas por los que Osasuna ha desembolsado alguna cantidad este verano para hacerse con sus servicios tuvieron su minuto de gloria. En el caso de Enzo Boyomo, algo más de un minuto, porque, después de que el club rojillo abonara cinco millones de euros al Valladolid (cantidad que puede incrementarse por objetivos) y con apenas un par de entrenamientos con sus nuevos compañeros, encontró acomodo en el once inicial en detrimento del canterano Jorge Herrando. Brilló en defensa por su contundencia y rapidez, marcó el 1-0 al resolver con maestría un barullo tras un saque de esquina y acabó ovacionado por la grada, que coreó su nombre. Poca broma.

Bryan, cedido por el Bayern a cambio de 250.000 euros y el pago de una parte de su elevada ficha, no estuvo tan fino como en sus dos anteriores apariciones en El Sadar, pero de sus botas nació el centro que originó el 2-1, un gol que llegó justo antes del descanso. El extremo puso un balón en el área con su pierna derecha. Lo hizo buscando la cabeza de Aimar Oroz, pero encontró la del central Carlos Domínguez, que envió el balón al fondo de su propia portería.

En la segunda parte le llegó el gol de Abel Bretones, por el que Osasuna pagó al Oviedo 2,8 millones. El lateral izquierdo resolvió cual delantero una contra que pudo sentenciar un choque se le complicó a los rojillos por un postrero autogol de Moi Gómez.