Hace un mes que llegó a Pamplona, el 9 de agosto. Después de un mes, ¿cómo está siendo este periodo de adaptación?
Al final todo cambio lleva su proceso y su adaptación, pero desde el primer día que llegué aquí la verdad que me he adaptado muy bien. El equipo me acogió muy bien, hay un vestuario muy bueno, muy sano, y desde la primera semana me siento muy a gusto, como en casa. La verdad que está yendo muy bien.
Lleva muchos cambios en poco tiempo, porque hace un año estaba en el Granada, ha ido al Bayern, ahora está en Pamplona. Se trata de una persona joven, ¿cómo ha llevado todo esto?
Para un jugador tan joven como yo, pasarle lo que le ha pasado en menos de un año, en unos meses, de pasar de jugar en Segunda a hacerlo en Primera, de pasar de Primera a jugar en la selección absoluta, y de la absoluta a ir al Bayern de Munich, que es uno de los mejores clubes del mundo, no es nada fácil. Pero creo que lo he sabido llevar bien y todo tiene su proceso.
¿Y el fichaje por Osasuna cómo fue? Porque hubo un punto de sorpresa por su llegada a Pamplona.
La realidad es que yo tenía pensado salir del Bayern. No me encontraba bien, no encontré muy sitio en Munich y quería salir a la Liga, quería volver a España. He tenido ofertas importantes de equipos de fuera, también de España, pero necesitaba un sitio en el que me sintiera identificado conmigo mismo y un sitio en el que creyera que iba a crecer y en donde pudiera jugar minutos. Cuando hablé con Braulio me trasmitió mucha confianza, me presentó el proyecto y me gustó. Entonces no dudé en venir.
¿Jugar es entonces el factor fundamental para haber elegido a Osasuna?
Yo quería jugar. Osasuna es un equipo grande en España, en los últimos años ha demostrado que no es un equipo pequeño. Ha jugado la final de la Copa del Rey, la Supercopa, ha estado en la Liga Conferencia. No he venido a un club pequeño, he venido a un club grande en el que quiero jugar y conseguir los objetivos como club con Osasuna.
¿Pero se imaginaba fichar por Osasuna? Porque hay clubes que pueden presentar otros atractivos más allá de lo deportivo.
No me imaginaba venir a Osasuna, pero como tampoco piensas que puedes ir a Munich. Pero la vida del futbolista es así. Puedes estar un día en un sitio y otro día allí. Las opciones pueden cambiar cada 24 horas, pero ahora lo único que cuenta es que estoy muy contento de estar aquí.
Usted tendría una imagen de Osasuna desde fuera. Ahora que está dentro, ¿qué imagen tiene?
No hace falta mucho tiempo para conocer a este club y a este equipo. Más o menos sabía cómo era, pero desde que he llegado he visto que es un club humilde, es como una familia, tanto los trabajadores como los jugadores. Más o menos sabía a dónde venía, me informé bien, y no he necesitado tanto tiempo para darme cuenta de lo que es este club y el legado de trabajo entre todos.
La afición forma parte importante de este club y su adhesión es muy pasional. ¿Ya lo ha notado?
El Sadar es impresionante. Desde el primer día que llegué, en el que debuté aquí, cuando salté al campo me dieron un empujón tremendo. La afición es muy buena, los aficionados son muy fanáticos de Osasuna. Cuando voy por la calle, todos los días veo a gente con camisetas de Osasuna y a los niños pequeños con esa camiseta. Se lleva la camiseta del equipo más que la del Madrid o el Barça como en otras partes y eso es muy bueno para el club y para la ciudad también.
¿Es consciente de que el listón de la expectativa con usted está muy alto? ¿Cómo lo lleva?
Para mí nunca ha sido un problema que la gente espere mucho de mí, porque al final yo voy a darlo todo, porque soy así. El listón alto yo no me lo he puesto, porque en los partidos que he hecho con Osasuna no soy yo aún. Tengo que volver a ser el Bryan que era y por mi parte el listón está bajo.
La temporada está empezando, con todo lo que supone de rodaje o continuidad, pero ¿qué cree que es lo que le falta?
Me faltan muchas cosas, aparte de que soy joven y tengo que aprender mucho, vine aquí para aprender. Pero me falta mucho más ritmo y confianza en mí. Pero creo que poco a poco, y con los partidos que hemos ganado, que son importantes, se irá viendo el Bryan que quiero.
El primer partido en El Sadar salió el público encantado con su actuación. ¿Esa es la versión más próxima a lo que quiere ser en cuanto a dar soluciones en ataque?
He venido a Osasuna, como lo hice en otros equipos, para que la gente disfrute. Mi juego se basa en que la gente disfrute. Por supuesto, ayudar al equipo, que gane, pero sobre todo mi juego es para que la gente disfrute. Si yo disfruto, la gente disfruta. Entonces por eso necesito encontrarme a mí mismo para hacerlo.
Cuando llegó se habló de que llegaba un jugador distinto. ¿Qué cree que aporta para que se diga eso de usted?
La gente me trata como un jugador distinto porque me considera un jugador de barrio, que le da igual el rival que tenga enfrente porque lo va a encarar y se va a ir de él. Yo creo que se habla de mí como un jugador distinto por ser un jugador de barrio.
¿Qué objetivos personales se plantea con Osasuna?
Tengo un objetivo muy grande, que ya lo cumplí una vez. Quiero volver a ir, pero prefiero no decirlo.
¿Habla de volver a la selección?
Sí.
Fue un espaldarazo importante en su carrera.
Sí. Yo llevaba pocos partidos jugados en Primera, estaba rindiendo a un buen nivel, se me dio la oportunidad de ir con la selección y ha sido una de las cosas más bonitas que me ha pasado en mi carrera y nunca se me olvidará.
Osasuna tiene entrenador nuevo y usted es una de las novedades del equipo. ¿Esto es una ventaja a efectos de integración con conceptos novedosos para todo el mundo?
Sí, él es nuevo y el staff también es nuevo, pero el grupo lleva muchos años junto y no ha sido difícil adaptarme.
Los buenos resultados son muy importantes para que todo vaya mejor con el nuevo proyecto.
El día del Girona hicimos un mal partido, pero el Girona es un gran equipo, de Champions. No tenemos que fijarnos más en eso, sino que llevamos siete puntos en cuatro jornadas y debemos mirar hacia arriba con ambición.
¿Qué le pide el entrenador?
Me pide que disfrute en el campo, que si lo hago seré quien soy, y que trabaje. En todos los equipos se pide trabajo, pero aquí más.
¿Cómo fue la experiencia en el Bayern de Munich? ¿Se sintió presionado por la inversión económica que se hizo en usted?
No, no tuve presión porque no soy un jugador que sienta la presión. Fue más el cambio. Yo salí a Granada con 16, 17 años, pero estaba a 45 minutos de mi casa, de Málaga. Estaba en mi casa, en mi entorno, y salir de mi casa y de mi entorno, ir a un país nuevo, con un idioma distinto, la cultura, la comida, la Liga, era todo nuevo... Y al final es duro, es complicado.
Pero este tipo de experiencias deben aportar algo positivo.
Sí, sí. Este tipo de experiencias sirven para madurar y también he aprendido de los grandes técnicos y jugadores que hay en el Bayern. Es una plantilla enorme y de gran calidad. Mantengo relación con muchos de ellos.
¿El objetivo del equipo en Osasuna está claro?
Lo primero es que Osasuna siga en Primera División conmigo y también muchos años. Y a partir de la permanencia, mirar para arriba porque somos un equipo ambicioso y no nos vamos a conformar con nada.
¿Qué le parece la plantilla, los compañeros? Me ha hablado de un equipo compacto después de muchos años. ¿Esto ayuda a los recién llegados?
Desde el primer día que llegué me he sentido muy a gusto, ha sido increíble la adaptación que tenido.
En el último encuentro de Liga le cambiaron y salieron unas imágenes en las que se le veía enfadado en el banquillo. ¿A qué se debía?
Más que por el cambio, aunque doy una asistencia y provoco un gol, fue porque no me conformo con eso. Soy más ambicioso, quiero mucho más. Cuando coja confianza y meta el primer gol van a caer todos. Soy muy ambicioso y por eso me enfadé.
¿Estos días de parón le van a ir bien al equipo?
Este parón nos va a servir para desconectar y coger nuevos conceptos del míster.
¿Cuál es su sitio en el campo?
Estoy para ayudar, para meter goles y dar muchas asistencias. Me da lo mismo el sitio, en la derecha o en la izquierda, de segundo punta. Pero donde me siento más cómodo es por la izquierda.
Cuando habla de que es un jugador de barrio, ¿a qué se refiere?
En el cole me castigaban porque sólo quería jugar a fútbol y salía del colegio, y me iba a jugar al fútbol. Mi vida ha sido el fútbol. El ser jugador de barrio creo que te da algo especial, da más técnica, más sabiduría. Es una sensación rara y especial. Estar todo el día jugando en la calle te da sabiduría, porque lo haces con una pelota o con una botella... Aprendes de todo.
El protagonista
- El jugador. Bryan Zaragoza Martínez nació en Málaga el 9 de septiembre de 2001 –cumple hoy 23 años–. Mide 1,64 metros y pesa 60 kilos. Juega de extremo.
- Trayectoria. Después de jugar en equipos en las categorías inferiores del Granada, a donde llegó procedente de El Ejido en la temporada 20-21, disputó 55 encuentros con el primer equipo del club andaluz, 21 de ellos en Primera la pasada Liga, anotando seis goles. Ha sido una vez internacional absoluto, participando en 44 minutos con la selección frente a Escocia (2-0) –en octubre del año pasado–. Con el Bayern, que abonó en enero 18 millones de euros por sus servicios, jugó siete partidos. Tiene contrato con el club alemán hasta junio de 2029. Llega a Osasuna cedido por una temporada.