Osasuna se marchó hace un par de semanas al parón liguero en la quinta posición y con 15 puntos de 27 posibles, es decir, instalado en una nube de la que no quiere bajar en su retorno a la competición. Los rojillos retoman ahora el campeonato de la regularidad recibiendo esta tarde a partir de las 16.15 horas al Betis en El Sadar, escenario en el que no conocen la derrota, en el que acumulan cuatro victorias consecutivas y en el que, si encadenan una quinta, dormirán en la tercera plaza, con únicamente Barcelona y Real Madrid por delante del conjunto navarro.
Alcanzan los rojillos la cita con toda la plantilla disponible (Iker Muñoz y Kike Barja son los descartes porque aún les falta un poco para colarse en una lista) y la afición ávida de ampliar la racha triunfal en El Sadar. No se esperan cambios en el once de Vicente Moreno, que ayer desveló que tiene una duda entre Jon Moncayola, indiscutible hasta su lesión, y Pablo Ibáñez, que ha brillado como titular en los dos últimos compromisos de Osasuna. Más allá de este enigma, el resto del once parece que va a estar ocupado por los habituales, principalmente porque los tres internacionales apenas han tenido minutos con sus respectivas selecciones (Budimir 50 minutos con Croacia, Bryan apenas un cuarto de hora con España y Boyomo nada de nada con Camerún) y han regresado además sin aparentes problemas físicos, por lo que están a disposición del técnico.
Osasuna puede dormir tercero porque, de ganar al Betis en El Sadar, sumaría 18 puntos y superaría a Atlético y Villarreal, tercero y cuarto, respectivamente, ambos con 17 puntos y con su partido de la décima jornada programado para mañana domingo. Sin embargo, lo que realmente defiende el conjunto navarro es la quinta plaza, porque un pelotón de hasta siete equipos tiene a tiro a los rojillos, incluido un Betis que, no obstante, no conoce la victoria lejos del Villamarín, un mal endémico ese de no ganar fuera de casa del que Osasuna tampoco se salva.
Vuelve la Liga a El Sadar, adonde también regresan dos futbolistas que dejaron huella en Pamplona: Ez Abde y el Chimy Ávila. Tanto uno como otro se perfilan como titulares y habrá que ver qué recibimiento les tributa una afición que idolatró al marroquí en su único curso como jugador de Osasuna y que mantuvo una relación de amor-odio con el argentino, que salió del club en el mercado de invierno del curso pasado a cambio de cuatro millones de euros y algunos pluses más.
Parafraseando al malogrado Luis Aragonés, ganar, ganar, ganar, ganar y volver a ganar en El Sadar es el objetivo que se ha puesto un Osasuna que ha iniciado la Liga y una nueva era tras la salida de Jagoba Arrasate con muy buen pie, cubriendo en un cuarto de competición más de la tercera parte del camino hacia la salvación, lo que le puede permitir, si las cosas siguen igual, pensar en retos más ambiciosos.
Detalles
Vuelven Abde y el Chimy. El partido de esta tarde va a ser especial para dos jugadores del Betis, ya que vuelven a Pamplona Ez Abde, que defendió la elástica rojilla cedido por el Barça durante la temporada 2022-2023, y el Chimy Ávila, que jugó en Osasuna desde 2019 hasta el mercado de invierno del curso pasado, cuando se marchó traspasado al Betis a cambio de 4 millones de euros y algún incentivo más.
Convocatoria de 23. Vicente Moreno citó ayer para el partido de hoy contra el Betis a 23 futbolistas, dejando fuera de la lista a Iker Muñoz y Kike Barja, que tendrán opciones de entrar en la próxima convocatoria.
Vienen radicales. Desde Sevilla se especulaba ayer con la posibilidad de que unos 80 ultras del Betis lleguen hoy a Pamplona.