El director general de Osasuna, Fran Canal, atendió ayer la llamada de este periódico para valorar el aplazamiento del partido de Copa que debía haber disputado el conjunto navarro en Chiclana. “En primer lugar tenemos que darnos cuenta de que estamos en una situación en la que hay 95 personas fallecidas y decenas de desaparecidos, por lo que el fútbol tiene que pasar a un segundo plano”, dijo para empezar, añadiendo además alguna explicación más sobre el asunto: “El terreno de juego estaba en unas condiciones en las que existía un riesgo tanto para la integridad física de los jugadores de Osasuna como para la de los del Chiclana y ambos clubes coincidíamos en que era mejor dejarlo para otro día en el que el terreno de juego estuviera en mejores condiciones. El árbitro llegó, hizo la prueba correspondiente para ver si el terreno de juego cumplía las condiciones mínimas, no las cumplía y decretó el aplazamiento”.

Canal quiso dejar claro que la decisión que finalmente adoptó el colegiado solo estuvo clara en horario vespertino, porque desveló que “por la mañana estuvimos viendo el campo con el responsable federativo, la persona que había enviado la Federación como director de partido, y la percepción que teníamos era la de que, si el campo no empeoraba, podía reunir unos requisitos mínimos pese a no estar en unas condiciones excepcionales”. Sin embargo, el director general del club rojillo no tardó en matizar que, “cuando llegamos por la tarde, hora y media antes del partido, el campo estaba mucho peor, mucho más blando, con charcos que por la mañana no había y evidentemente había que proteger la integridad de los jugadores”.

Un buen puñado de personas hacen cola antes de conocerse que el partido no iba a disputarse. CEDIDA

A Osasuna le va a salir algo más cara de lo previsto esta primera ronda copera, pues tendrá que volver a Chiclana el martes de la próxima semana, una cuestión a la que Fran Canal restó trascendencia: “Es evidente que hay un segundo viaje que el club tiene que sufragar, pero creo que lo primero era proteger la integridad de nuestros jugadores y los del Chiclana e incluso la de los espectadores, porque al final el campo del Chiclana se encuentra relativamente cerca de un río y, en principio parecía que no estaba amenazando con desbordarse, pero hay que recordar que la climatología en el día de ayer (por el martes) y en el día de hoy (por ayer miércoles) ha dado verdaderos sustos y no tenía sentido correr ningún riesgo”.

Lo mismo opinó el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, en declaraciones difundidas por el diario Marca. “La seguridad, por encima de todo”. Y es que el club navarro estuvo representado en Chiclana por su máximo mandatario y también por otros dos directivos, César Muniáin y Josetxo Pérez de Zabalza.