‘Ni fu ni fa’ para Osasuna

Osasuna se vuelve de Sevilla con un punto de esos que cuesta definir, si es bueno o malo. Bueno por rascar un empate en un campo muy complicado y que mantiene a los rojillos en la lucha por Europa. Pero malo porque otra vez Osasuna estuvo por delante en el marcador y dejó escapar la ventaja. 

Es innegable que el encuentro de Sevilla fue de dos equipos con más miedo a perder que ilusión por ganar. Igual que con el gol de Budimir a Osasuna el plan le salía mejor que lo soñado y, sin duda, que lo merecido. Pero a Juan Cruz le cogieron la espalda en un balón largo y la ventaja se escapó tan rápido que no dio tiempo ni a saborearla. 

Osasuna volvió a ofrecer la imagen del equipo fuera de casa. Es cierto que poco a poco se va viendo un equipo más sólido, pero sigue teniendo grietas y en el Pizjuán solo pudo salvarse gracias a que el Sevilla tampoco es que fuese una versión muy prodigiosa. 

Fue un partido trabado durante todo el encuentro. Hubo momentos en los que parecía que se podía abrir el encuentro, pero no lo hacía. 

Parecía que el Sevilla estaba esperando a ese arreón final y entonces llegó Budimir y aprovechó un centro de Areso escandaloso. El lateral hizo un partido por debajo de su nivel, parece cansado, pero ahí se sacó una asistencia maravillosa. También se puede destacar a otro canterano de Osasuna, Álvaro Fernández, quien también puso de su parte para que el balón de Budimir entrase en la portería. 

En el fútbol moderno en el que se mide hasta las veces que respira el jugador, el cuerpo técnico tendrá más información, pero desde fuera da la impresión de que hay jugadores cansados, con cierta carga física y que agradecerán un descanso en algún momento cercano. Y así también se los del banquillo se pueden sentir importantes. Y no solo en la Copa. Veremos qué tiene Bryan Zaragoza, pero apunta a baja sensible contra el Alavés de concretarse la mala cara que llevaba tras pedir el cambio. 

Si Osasuna va a lo plausible, a los puntos, los rojillos siguen sumando y acercándose a los 40 puntos mientras alimenta la ilusión de la rojez al ver al equipo en la clasificación cerca de los puestos nobles de la clasificación.