El Betis recibe esta jornada liguera al Barcelona en el Benito Villamarín y en la previa del encuentro, el argentino Chimy Ávila se ha convertido en protagonista al comparar su adaptación a Sevilla con su pasado en Navarra, en unas declaraciones que no han pasado desapercibidas por sus palabras desagradecidas a su pasado en Osasuna, equipo al que llegó procedente del San Lorenzo y que abandonó después de cuatro temporadas y media, periodo en el que sufrió dos lesiones del ligamento cruzado.
"Es totalmente distinto. Es la noche y la mañana en el sentido de que aquí en Sevilla yo siempre digo, cuando me preguntan mis amigos y familiares de Argentina, que parece que estás en Argentina porque la gente es muy brindada, son muy dada a uno, siempre le sacan conversación, te dan un aliento positivo... Es muy bonito vivir aquí con la familia y Navarra es lo contrario en el sentido de que no tiene sol, tiene frío, la gente no es mala, pero te enseña a marcar unos límites que el andaluz no lo hace porque es muy abierto como nosotros. Los navarros ponen sus límites, son rectos. La gente me hizo el favor de adaptarme aquí", ha declarado el delantero, en la previa del duelo del Betis ante el Barcelona en el Benito Villamarín.
El delantero argentino salió de Osasuna en el pasado mercado invernal después de que el conjunto rojillo llegara a un acuerdo con el Betis para su traspaso por 4 millones de euros más 700.000 en variables que obedecen a la participación del ariete en dos bloques de 22 partidos oficiales con la entidad de las 13 barras, y un porcentaje sobre Raúl García de Haro, además de una plusvalía en caso de futura venta. El pasado 23 de noviembre, el delantero alcanzó el primer bloque de partidos y el conjunto rojillo se aseguró los primeros 350.000 euros. En este segundo bloque de partidos, el argentino ya acumula tres, el último en Copa del Rey ante el Sant Andreu, en un partido en el que se jugó la tarjeta roja después de marcar.