El frío congela el derbi
El temporal deja la peor entrada de la temporada en El Sadar, aunque se pudieron ver imágenes de hermandad en la previa
Habrá pocos derbis con buen horario que protagonicen la peor entrada de la temporada en El Sadar. El de este domingo fue uno de esos. Y lo fue por el importante temporal que azota Navarra y que hizo que muchos babazorros y otros tantos rojillos prefiriesen ver el partido desde su sofá, con el calor de casa, antes que tener que ponerse unas cuantas capas y arriesgarse a cualquier constipado.
Bien es cierto que, pese a eso, se pudieron ver estampas típicas de derbi en las calles de Pamplona en la mañana previa al partido. Alaveses y navarros se mezclaron en lo viejo de Pamplona aunque sin dejar las típicas aglomeraciones que se han visto en otros derbis.
Además del frío, algunos vitorianos contaban que el viaje de ida no había sido nada cómodo con tanta lluvia y temían que el de la vuelta, ya de noche, fuese aún peor, así que entendían que no viniesen muchos más que los 200 que tenían entradas en la zona visitante y algunos otros con amigos o familia navarra. De hecho, alguno, entre pote y pote ya le insinuaba a sus amigos que a lo mejor tenía que dormir en su casa.
Algo parecido ocurrió con muchos rojillos de diferentes localidades navarras. El tiempo no daba para andarse con alegrías y muchos prefirieron quedarse en sus casas antes que ir a El Sadar.
De ahí los 18.220 aficionados que estuvieron en un campo al que se le apreciaban algunas calvas que dejaban claro que ha habido mejores días.
Habrá más derbis entre Alavés y Osasuna y seguro que con mejores condiciones para que los aficionados puedan demostrar y disfrutar de la hermandad entre ambos.