Osasuna completó la primera de las dos sesiones consecutivas a puerta cerrada que está realizando antes del partido de Copa del jueves en San Mamés y este miércoles le espera la segunda, esta vez en El Sadar. Las decisiones del entrenador se centran en tres futbolistas, los que han estado participando especial con el grupo. Tanto Iker Muñoz como Kike Barja comenzaron la semana trabajando por su cuenta en alguna de las facetas de la sesión, aunque en el caso de primero todo parece más la precaución tras el golpe recibido en el entrenamiento del sábado de la semana pasada y que ello no va a impedir que esté en condiciones de entrar en la lista de jugadores que acudirán a Bilbao. Los problemas físicos de Barja eran musculares pero también trabajó con normalidad.
Sin embargo, la decisión principal va a girar en torno a Bryan, en un sentido o en otro. El club comunicó esta tarde de forma escueta que el atacante “ha continuado con su plan de trabajo específico de recuperación”. Independientemente de su estado de forma, el mero hecho de que se aproxime a la recuperación idónea o que incluso pueda formar parte de la convocatoria, ya supone un impulso emocional para el equipo, que necesita superar este tránsito gris de partidos sin ganar en la Liga –siete–, y que puede encontrar en la Copa un gran estímulo.
La elección de jugadores para el último encuentro de Liga ante el Atlético de Madrid destapó buena parte de los planes, en cuanto a nombres de jugadores, para la Copa. Areso, Moncayola, Aimar Oroz y Budimir estarán en el equipo titular de mañana, como también lo hará el portero de la competición copera, Aitor Fernández, y continuarán otros como Boyomo, Catena, Lucas Torró y Rubén García. Los nombres para el flanco izquierdo son los que pueden ofrecer más debate. Juan Cruz no estuvo en el partido en el Metropolitano y entra en el turno de hombres que disfrutaron de descanso, con lo que en el lateral aumentan sus opciones; mientras que para jugar más adelante en ese flanco, el abanico se abre a más. Que Vicente Moreno se sabe guardar el factor sorpresa, está claro. Y más aún con estas sesiones a cal y canto.