Por todos es conocido el modus operandi de Braulio Vázquez. Al director deportivo de Osasuna le gusta moverse en estos meses previos al mercado para ir perfilando la plantilla que comenzará la temporada. Pero esta campaña, el mandatario rojillo tiene primero que cerrar diferentes frentes que tiene abiertos y que son claves para poder tomar decisiones más adelante.

No suele ser normal que en abril Osasuna tenga tantos frentes de mercado abiertos. Por lo menos tantos públicos. Pero lo cierto es que esta temporada al director deportivo rojillo, Braulio, se le acumulan laos temas. 

El primero y principal es el del entrenador. Vicente Moreno acaba contrato y hay que tomar una decisión sobre su continuidad. De momento, todos los rectores han mostrado su intención de abordarlo cuando se certifique la salvación, algo que ocurrirá cuando se llegue a los 40 puntos. Quedan seis, pero lo cierto es que no parece que el preparador valenciano vaya a seguir al frente de la nave rojilla. La mala racha de juego y resultados que acarrea el equipo desde noviembre, además de otros asuntos como la gestión del vestuario, parecen pesar como una losa a la hora de firmar su renovación.

Pero ni mucho menos este es el único tema que tiene sobre la mesa Braulio. El que más prisa, por lo temporal, corre es el de Pablo Ibáñez. El centrocampista y Osasuna llevan negociando más de un año y solo una cláusula de renovación por partidos evitó que el canterano saliese el verano pasado. La negociación está totalmente estancada y parada con posturas totalmente alejadas entre ambas partes. Tiene que ocurrir un giro de los acontecimientos para que el jugador continúe en Pamplona la temporada que viene. Situación complicada para uno de los jugadores que más aporta desde el banquillo de Osasuna esta temporada. 

Pablo Ibáñez, en una jugada con Jon Moncayola e Iker Muñoz, durante un entrenamiento Oskar Montero

Luego están las renovaciones de Areso e Iker Muñoz. Como ya se ha publicado, la primera está en situación delicada, ya que el lateral tiene muchas ofertas. Acaba contrato en 2026, un año antes que la de Iker Muñoz, por la que ésta va más lenta, aunque fue el propio Braulio el que anunció que le había lanzado una oferta hace ya unos meses. Las posturas también están actualmente alejadas.

Y más temas

Además, Braulio tiene que decidir y comunicar que hacer con los jugadores que acaban contrato. Los Rubén Peña, Arnaiz o Unai García pueden abandonar la plantilla, lo que supondrían nuevas necesidades para el mercado o la cantera. 

Y es que una vez se vayan cerrando temas, Braulio tendrá que ir ajustando la plantilla de la temporada que viene e incorporando más o menos jugadores. Hay trabajo por delante.