La contracrónica del Betis-Osasuna: Merecimiento sin premio
Osasuna se va a jugar Europa con dos partidos seguidos en casa con espíritu renovado y una ambición no mostrada hasta ahora
Osasuna se mereció ganar en Sevilla. Incluso ampliamente. El resultado del Villamarín no muestra las oportunidades que tuvieron los rojillos para ganar un partido y solamente un error defensivo y la falta de concretar otra ocasión dejaron a los navarros fuera de puntos de Conference.
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Osasuna fue fiel al mensaje que mandó Budimir al acabar el encuentro. Afirmó el delantero que el equipo tiene que ser ambicioso e, incluso, tenía un punto de amargor por no haberse llevado los tres puntos.
El ariete empató el partido y tuvo algunas ocasiones para hacer el segundo. Se marchó cabreado por ser sustituido y eso demuestra que el croata quiere más.
Su sustituto, Raúl, también tuvo dos ocasiones clarísimas para marcar. Habría sido un importante punto de inflexión para la carrera de un chaval que no está teniendo ni minutos ni suerte.
Y es que Osasuna estuvo bien antes y después del gol. Solo un ratito justo después de encajar el tanto estuvo un poco grogui tal vez pensando en la extraña imagen que mostró el VAR para no anular el gol bético. Antes, el equipo tuvo algo que ya ha ocurrido otras veces. El planteamiento y estudio del rival fue perfecto. El cambio a defensa de cuatro le dio profundidad al equipo y Aimar Oroz se encargó de darle todo el sentido al ataque.
Estaba el hijo del seleccionador y nuevo ayudante del mismo en la grada. No sabemos si fue a ver a Bryan, pero Aimar le tuvo que llamar más la atención. Por el buen hacer del de Arazuri y por las ganas pero poca efectividad del andaluz.
A Bryan le están pasando factura las lesiones, pero por lo menos en el Villamarín lo intentó con ganas, pero es que no le salió casi ni una. En la primera mitad puso ahínco pero solo en una generó peligro y decidió chutar cuando Boyomo y Budimir estaban solos en el centro del área. En la segunda tuvo un regalo de Aimar que lo dejó solo ante el portero...y la tiró desviada. Es buena noticia que vaya cogiendo ritmo, pero se le nota una barbaridad lo que le está costando.
Quedan tres partidos. Dos de ellos seguidos en El Sadar. Nada más acabar el encuentro tanto Budimir como Vicente Moreno invocaron a la afición para dar el último empujón en la lucha por Europa. Con este espíritu todo es posible.