El juego de los extremos en Osasuna

Braulioseñaló en su última comparecencia como asunto numérica y cuantitativamente de peso para la confección de la próxima plantilla la llegada de “uno o dos extremos”. Además de la contratación del nuevo entrenador, de la llegada del defensa Valentin Rosier –futbolista multiusos para varias posiciones de la zaga–, del ascenso al primer equipo de algún futbolista del filial –Osambela es el hombre principal en esta promoción desde el Promesas, aunque Mauro, otro centrocampista, fue nombrado en varias oportunidades por el director deportivo–, del retorno de algún cedido –Iker Benito es seguro que participará del proyecto del próximo curso tras su cesión al Mirandés–, el mercado de los extremos se convierte en el terreno declarado, y también conocido, en el que se va a tener que bregar Osasuna.

La dirección deportiva del club ha sabido explorar este espacio de forma exitosa. Los dos casos principales, con resultado distinto pero acierto inicial en la contratación, han sido Abde y Bryan. El internacional marroquí terminó por ganarse su buena fama como futbolista desequilibrante en su etapa como rojillo –la que traía del Barcelona quedó confirmada– , tuvo una regularidad notable y una gran aceptación en la grada porque descubrió en él un as en la manga.

Con el internacional español, Osasuna dio un pelotazo en el mercado de fichajes de hace un año, pero las lesiones y la falta de continuidad en su rendimiento rebajaron finalmente sus aportaciones. Ambos tuvieron muchas participaciones con Osasuna –en el caso de Abde, 34 partidos entre Liga y Copa y seis goles, y en lo referente a Bryan, 28 encuentros en las dos competiciones y un gol– y gozaron de su importancia en los planteamientos de los entrenadores –Arrasate y Vicente Moreno–.

No hay dudas acerca de lo que busca Osasuna, porque los dos ejemplos anteriores dibujan el perfil. Raúl Moro, el extremo del Valladolid, es uno de los futbolistas que agrada a los técnicos del club, aunque su elevada cotización –diez millones de euros se le pidió al Ajax en el mercado de invierno y no cuajó su salida–, paraliza aparentemente cualquier intentona que vaya por el mismo terreno. Pero el conjunto pucelano se ha ido a Segunda División y está digiriendo un proceso de venta por parte de Ronaldo –el CSD está analizando los términos de la venta a un nuevo accionariado–, por lo que las operaciones posibles reclaman por ahora sosiego.

“No tengo decidido nada. Estoy genial en el Valladolid, tengo tres años más de contrato y por ahora no pienso en nada más”, ha dicho Raúl Moro en unas recientes declaraciones en las que habla de tiempo para decidir su futuro y en las que también el interés del conjunto navarro. “Sí, Osasuna y algún otro equipo, pero nada firmado. Todo se decidirá en agosto. Si se da la opción de salir, me gustaría ir a un club que muestra interés por mi desde inicio y la idea, de entrada, es quedarme en España porque creo que es una liga que me va bien. Pero pueden darse otros escenarios que me puedan atraer”.

Maltratado por las lesiones, el único extremo puro que ha tenido Osasuna en los últimos tiempos –con continuidad en las plantllas de las últimas temporadas– ha sido Kike Barja. Dos de los jugadores que se van, Bryan y Arnaiz, parece que gustan en el caso del primero al Betis y del segundo, al Sporting.