Osasuna intesifica las gestiones para la contratación de un defensa, con el doble perfil de central y lateral, y la de un extremo para completar la plantilla del curso que empieza en diez días. Tras un mes de trabajo con la plantilla y conocimiento de los jugadores, el técnico quiere que se complete el grupo de futbolistas con un par de incorporaciones.

Apuntalar la zaga y ofrecer otra alternativa en el ataque son los dos frentes que ataca la dirección deportiva, que ya está dando los pasos –los está intensificando con gestiones inminentes– para satisfacer las peticiones de Alessio Lisci. El club está dispuesto a realizar un desembolso por el extremo, aunque no se pretende que sea elevado –Osasuna ha tenido un fuerte ingreso por el traspaso de Areso al Athletic (12 millones de euros), pero la cantidad no se va a gastar en su totalidad en refuerzos–. El asunto del central-lateral viene impulsado principalmente por la marcha de Boyomo con Camerún a la Copa de África y su ausencia del equipo durante los últimos meses del año y quizás el primero del siguiente –la competición comienza a finales de diciembre y la final es el 18 de enero–.

El mercado de verano, hasta finales de mes, da todavía margen para el movimiento a la espera de que las tres primeras jornadas de Liga –las que están dentro del periodo hábil de contrataciones– impulse cualquier circunstancia, también las imprevistas. El club rojillo, a pesar de que está dando pasos en estos momentos, atiende también las posibilidades del crepúculo del mercado.

Sin salidas, por ahora

Osasuna quiere completar la plantilla, pero no se plantea por el momento la salida de jugadores. Solo cuando se ejecuten las llegadas de los futbolistas, llegará el momento del acomodo de los hombres con menos posibilidades de tener minutos con Lisci, pero sin olvidar Osasuna Promesas.

En esta situación de no salida se encuentra el jugador del filial Jon García, a quien se ha vinculado con el Racing, negándose desde el club navarro cualquier contacto en este sentido. El futbolista de Burlada es un elemento importante en el filial y tampoco se le quita ojo como apoyo para el primer equipo.