A Osasuna le ganan con muy poco (1-0)
Vuelve a caer fuera de casa, esta vez contra un Sevilla al que le basta un penalti en el inicio de la segunda parte y al que no sabe reaccionar
Osasuna encajó en el Ramón Sánchez Pizjuán su sexta derrota a domicilio en lo que va de Liga, una derrota que se fraguó en la primera jugada de la segunda parte. Fue el momento que escogió el Sevilla para pisar el acelerador, aprovechar una desconexión rojilla y marcar de penalti el único gol del partido. Dispuso después el equipo de Lisci ocasiones para empatar, pero también pudo salir goleado de no mediar otra soberbia actuación de Sergio Herrera.
Volvió a competir Osasuna lejos de El Sadar, pero se marchó de vacío a domicilio, como casi siempre este curso en una Liga que se le empieza a complicar. Soñó durante la primera mitad con sumar otro punto, como el del pasado lunes en el Carlos Tartiere contra el Oviedo, pero en esta ocasión no le alcanzó contra un rival al que le bastó con hacer muy poco para ganar.
Ni Sevilla ni Osasuna dispararon entre palos en una primera mitad en la que todo acabó en tablas, aunque, en el supuesto de que hubiera que dar como vencedor a uno de los dos contendientes, como si de un combate de boxeo se tratara, los rojillos merecieron el triunfo a los puntos. El conjunto de Lisci se mostró un poco más preciso y un poco más ambicioso que el cuadro hispalense, aunque no le alcanzó para marcar. Es más, ni siquiera para tirar a portería.
Se encomendó Osasuna en el primer acto del partido a un ejercicio defensivo de mucho mérito, porque Sergio Herrera únicamente entró en contacto con el balón en un córner que atrapó con las dos manos poco antes del descanso; también a la velocidad de Víctor Muñoz, que forzó una tarjeta amarilla y provocó algo de temor en la zaga del Sevilla; y a las jugadas a balón parado, en las que el buen pie de Rubén García generó algo de peligro.
No tiró el conjunto rojillo entre palos en los primeros 45 minutos y lo más cerca que estuvo de adelantarse en el marcador fue en un toque de cabeza hacia su propia portería de Nianzou, que desvió a córner una falta lateral, muy cercana al centro del campo, que ejecutó Rubén García con maestría y que se marchó bastante cerca de la portería defendida por el griego Odysseas, que, al igual que Sergio Herrera, tampoco tuvo trabajo en la primera parte.
Osasuna apenas pasó apuros de salida, salvo alguna acción aislada de un Sevilla al que le costó combinar y al que le costó superar el entramado defensivo de Lisci, que por tercer partido consecutivo, contando el de Copa contra el Sant Jordi mallorquín, volvió a apostar por una zaga con dos centrales.
Sin embargo, todo se torció para Osasuna en el inicio de la segunda mitad, que comenzó con un paradón de Sergio Herrera. En una de las primeras acciones tras la reanudación, Abel Bretones cometió una falta sobre Peque en campo contrario para frenar la salida al contragolpe del Sevilla. Pero resulta que el árbitro, el madrileño Miguel Ángel Ortiz Arias, aplicó la ley de la ventaja. Juanlu aprovechó para correr y, con Catena despistado y relajado porque pensaba que el juego se iba a detener, le metió un centro medido a Akor, un balón que Sergio Herrera desvió a córner con su mano derecha merced a una soberbia intervención.
En la siguiente acción, el córner del Sevilla terminó con Juanlu tendido en el área rojilla retorciéndose de dolor. No pitó nada el colegiado, al que al minuto le llamaron desde el VAR para que revisara una patada de Moi Gómez al atacante del cuadro hispalense. Y al ver la jugada repetida, Ortiz Arias no tuvo dudas y pitó un penalti que el suizo Vargas aprovechó para anotar el que a la postre sería el único gol del válido del partido.
A Osasuna le quedaban 40 minutos por delante para reaccionar. Y lo hizo. Pero sin tino. Su ocasión más clara fue un mano a mano de Raúl García de Haro con el meta griego Odysseas del que salió vencedor el portero del Sevilla. El delantero dispuso de una gran oportunidad después de un robo de Moi y una gran carrera con asistencia de Víctor.
Con los rojillos volcados, Akor hizo el 2-0 a la contra, pero se lo anularon por fuera de juego, y después Sergio Herrera le negó el gol con otra intervención de mérito, al igual que hizo el portero de Osasuna a remate de cabeza de Marcao en un córner.
El equipo de Lisci, que sólo hizo tres cambios, lo intentó hasta el final con varios buenos centro de un renacido Sheraldo Becker que no encontraron rematador y acabó el partido cargando el área del Sevilla incluso con su propio portero en busca de un gol que nunca llegó. Osasuna se quedó sin premio porque no marcó y porque un Sevilla mediocre aprovechó su oportunidad y se va al parón con varias dudas y un problema clasificatorio.
