Miriam Rivas, jugadora de Osasuna, volvió a jugar un partido con el equipo después de recuperarse de una lesión de ligamento cruzado que sufrió el día del Centenario. El equipo perdió y se terminó con 328 días sin hacerlo, pero el partido quedó en segundo plano.

378 días después ha vuelto a jugar un partido, imagino que tenía muchas ganas de volver

-Después de tanto tiempo apartada del grupo tenía muchas ganas. Llevo un tiempo sintiéndome bien, entrenando con las compañeras, ansiaba este momento, lo necesitaba.

¿Qué sensaciones tiene desde el momento en el que entra en la convocatoria, hasta que salta a jugar?

-La convocatoria la dan el viernes, el partido fue el sábado y no había tanto margen porque de normal jugamos en domingo. Ansiaba tanto ese momento que lo había imaginado. Es como que lo soñaba y al final tenía muchas emociones el sábado. Desde que me levanté sólo pensaba en ese momento. Tenía a la mañana academia, porque soy profesora y es año de oposiciones y mi cabeza solo estaba pensando en el partido de la tarde. Las emociones estaban a flor de piel.

¿Qué se le pasaba por la cabeza?

-Tampoco estaba segura de que tuviera minutos, pero es el momento que más cerca ves de pisar el césped de nuevo con las compañeras, de volver a disfrutar, de coger un poco de ritmo. Tenía muchísima gente a mi alrededor que me han acompañado en este momento y desde que entré en la convocatoria recibí muchísimos mensajes. Toda la gente que me quiere lo vivió conmigo. Estaba con la máxima ilusión y en el momento en el que entro sentí todo ese cariño y estuve muy emocionada.

¿Qué es en lo primero que piensa cuando acaba el partido?

-Fuimos a esa parte de la grada en la que está la familia, los amigos que vienen a vernos. Me abracé a mi familia los primeros, me emocioné y todavía me cuesta si lo recuerdo. Fue un día agridulce porque el resultado no acompañó, y me hubiera gustado que hubiera sido un día de celebración, pero no fue así. Para mí fue un momento de liberación, porque estaba todo el día contenida. Desde que me preparo el bolso para irme al partido ya era especial, era volver esa sensación de cada fin de semana. Intenté controlar las emociones durante todo el día, al final del partido solté un poquito y ahora sigo con las ganas de seguir disfrutando en los próximos partidos.

Durante el tiempo en el que ha estado fuera del terreno de juego, ¿qué es lo que más ha echado de menos?

-Para mí cada fin de semana lo vivimos con esa sensación de competir cada partido. Desde pequeña he estado acostumbrada a competir, lo he echado en falta, y esas sensaciones que tenemos dentro del campo. No es lo mismo vivirlo desde fuera, que lo sufres o disfrutas de otra manera. En el campo es otra adrenalina, lo sueltas todo, esos nervios de antes de empezar, sentirme importante y poder sumar desde dentro o sentirme partícipe de esas alegrías, porque no es lo mismo.

¿Cómo ha llevado todo este proceso a nivel físico y mental?

-He intentado llevarlo con positivismo. Desde el momento en el que te enteras es un palo porque supone estar mucho tiempo fuera de lo que te gusta y de lo que te hace disfrutar y es duro. Pero no queda otra que hacerse fuerte, ser positiva, porque la cabeza es importante durante todo el proceso. Hay momentos en los que es inevitable pasarlo mal y es difícil trabajar al margen con los fisios, el readaptador... porque te pierdes el día a día del grupo, aunque he intentado estar lo más cerca posible. Físicamente me pilló en un momento en el que me encontraba bien, pero es verdad que una vez que pasas por quirófano se pierde mucha musculatura y he trabajado mucho para recuperarla. A mí me costó mucho la movilidad y por momentos era muy frustrante verte tan limitada cuando eres una persona activa. Trabajas movimientos básicos y repetitivos, me costó la flexión en la pierna hasta que puedes volver a correr. Dentro de lo que es, lo he intentado llevar con alegría dentro de lo que es y lo que cuesta verse fuera. Ahora toca volver a disfrutar, a seguir trabajando mucho y en un tiempo espero valorar todo este proceso.

Los pequeños detalles que se podían ver en redes sociales de sus compañeras, colgando fotos animándole, le habrán ayudado

-Es verdad que al final me he sentido muy arropada y he sentido mucho el cariño de la gente, de mi familia y de la afición. A través de las redes sociales podemos compartir momentos de nuestro trabajo y la verdad es que me ha dado mucha fuerza que la gente me transmitiera las ganas que tenían de que volviera. Ese apoyo, aunque no estés participando en ese momento, es importante en el día a día y ahora tengo ganas de demostrarlo en el campo y de sentirme importante.

Los resultados del equipo también le habrán ayudado a llevarlo mejor

-El equipo cogió una dinámica muy buena, ha estado muy fuerte. La temporada pasada estuvo a punto de ascender y eso al final te ayuda. Porque cuando estás pasando por un momento complicado, al final eres parte del equipo y las alegrías que te da también ayuda en ese sentido y daba gusto estar fuera apoyando al equipo y disfrutando.

¿Cuántas veces se le ha venido el recuerdo a la cabeza?

-Es un momento que está grabado y me lesiono justo al lado de la cámara. Lo he visto muchísimas veces y es algo que he vivido. A una misma no se le olvida y ahora es verdad que quiero pasar página y poco a poco olvidarme de que un día me rompí la rodilla y volver a disfrutar como antes porque tengo mejores sensaciones.

En lo deportivo, y a pesar de la derrota del otro día, ¿qué tal está viendo al equipo?

-Se terminó la racha sin perder. Dentro de poco íbamos hacer un año sin perder y eso quiere decir que el equipo es fuerte, porque es muy complicado estar tanto tiempo sin perder y estamos en una dinámica muy buena y a pesar de tener el resultado en contra en muchas ocasiones el equipo ha sacado esa garra para no perder el partido. Este fin de semana no salieron bien las cosas y es normal porque algún día tenía que llegar. La ilusión es intacta y es una carrera de fondo. En nuestra cabeza está el sumar de tres en tres.

Una vez que ha vuelto a los terrenos de juego, ¿qué meta personal tiene hasta final de temporada?

-Mi meta personal es ir poco a poco, teniendo minutos, ganando confianza y cogiendo ritmo de partido para recuperar esas sensaciones en el campo. Sentirme de nuevo futbolista y a largo plazo volver a ser una pieza importante en el equipo y voy a pelear muchísimo para aportar al equipo, sabiendo que mis compañeras llevan más rodaje.