"Esta será mi última temporada como futbolista. Tras más de veinticinco años, me despido de lo que más me apasiona en esta vida, que es jugar al fútbol". Con estas palabras y con la emoción palpable en el ambiente ha comenzado Mai Garde la rueda de prensa en la que anunció su retiro al final de esta temporada. La defensa de Osasuna Femenino estuvo arropada por Luis Sabalza, presidente de Osasuna, y César Muniáin, presidente de la Fundación Osasuna Femenino, y junto a compañeras, amigos y familiares, entre otros, que no se quisieron perder el homenaje a la capitana.

"Siento que ha llegado el momento y sobre todo el lugar. Me voy feliz y con la conciencia muy tranquila. Las que me conocéis, sabéis que he dado todo lo que tengo. Sin ser la mejor en nada, he llegado más lejos que de lo que jamás imaginé", ha detallado la protagonista que, pese a intentar mantener la compostura, sabía que iba a ser imposible por la situación. "Lo que más me enorgullece es saber que las niñas pueden soñar con ser futbolistas. Ahora pueden soñar con ser una de nosotras y vestir algún día esta camiseta", mencionó, lanzando un mensaje de esperanza a las nuevas generaciones de jugadoras y un recordatorio para no olvidar a todas aquellas que tumbaron prejuicios para disfrutar del fútbol. "Todo esto no hubiera sido posible sin vosotras, las pioneras que un día os calzasteis las botas contra todo y contra todos. Si hemos llegado hasta aquí, es gracias a vosotras".

En Navidad, Mai tomó la decisión de no seguir una temporada más en el año que el equipo está acariciando el ascenso a la máxima categoría. "Es importante saber apartarse cuando llega el momento. Tenía claro que no me quería arrastrar por los campos, quería acabar en todo lo alto y aún estamos a tiempo. Ojalá levantar esa copa para todo Osasuna", deseó la capitana ante las lágrimas de emoción de algunas de sus compañeras.

Los primeros agradecimientos fueron para aquellos clubes que le dieron la oportunidad de jugar al fútbol, destacando a la entidad rojilla. "Gracias a todos los equipos que me han dado la oportunidad de defender su camiseta, han sido muchísimos, pero uno resalta por encima del resto, Osasuna, o como a mí me gusta llamarlo: el equipo de mis amores". Posteriormente, recordó la figura de Tito Iribarren (director deportivo). "Gracias por confiar en mí como jugadora, pero sobre todo como persona", destacó, pasando a mencionar a trabajadores del club, compañeras, rivales o entrenadores. "Dicen que lo importante no es la meta, sino el camino que recorres y la gente que te has encontrado en él".

No se quiso olvidar del corazón de Osasuna, su afición que tantos mensajes de apoyo le ha mandado en los últimos días. "Desde pequeña he sido una rojilla más, me habéis enseñado que cuando peor se ponen las cosas, aquí en Osasuna siempre estáis. Eso es lo que nos hace diferentes, un gran club de sus socios y su gente, un orgullo para Pamplona y para todos los navarros".

Mai se va de los terrenos de juego, pero no de Osasuna. Seguirá desarrollando su labor como coordinadora del fútbol base y fútbol sala de Osasuna Femenino, con un ojo puesto en lo que hagan sus compañeras. "Mi sueño es dejar al equipo en Primera para que todas mis compañeras y las que vengan por detrás tengan el privilegio de ser profesionales. Si lo consigo, seré la persona más feliz del mundo". Sin Osasuna, Mai no sería la misma persona, pero es que Osasuna, sin su capitana durante las últimas cinco temporadas, tampoco sería el mismo club. "Osasuna es humildad, orgullo y un sentimiento. Eternamente agradecida por el cariño que siempre me habéis mostrado. Me habéis hecho sentir parte muy importante del club y eso es algo que siempre llevaré conmigo".

La navarra realizará el saque de honor en El Sadar, el 11 de mayo, en el partido entre Osasuna-Getafe, un detalle que le produce alegría y que espera que se pueda repetir con alguna de sus compañeras. "Hace unos años Osasuna Femenino ni existía, espero que detrás de mí vengas muchas más", confesó.

Osasuna pierde en el campo a una líder que lo daba todo por defender los colores de su equipo, aquellos que le inculcaron desde que tenía uso de razón y de los que no se va a separar. "Desde que soy muy pequeñita, mis primeros recuerdos son todos los domingos en El Sadar", recordó, mencionando a sus padres como principales culpables. "Cuando estaba mal visto que una chica jugara al fútbol, ellos fueron muy valientes en apoyarme para que consiguiera mis sueños y para que fuera feliz". Una despedida de lágrimas varias. De tristeza, pero sobre todo de alegría, como así comentó al final de su comunicado. "Me voy sin haber ganado grandes trofeos, pero me voy muy feliz, feliz porque mi sueño no era ser futbolista, mi sueño era jugar en Osasuna", sentenció.