EN 1922 Pamplona contaba con un completo cinturón amurallado, recuerdo del carácter estratégico y fronterizo que la capital cobró tras la conquista de Navarra en 1512. Hacia el flanco oriental, la ciudad se asentaba sobre un alto e inaccesible corte vertical, asomado sobre el río Arga y reforzado además por una muralla de origen romano. Sobre ella se apoyaron posteriormente edificios medievales, así como algunas dependencias de la catedral, especialmente la llamada "Capilla Barbazana", levantada por el obispo Arnalt de Barbazán en el siglo XIV, y que se ve al fondo de la fotografía.

Entre la línea de edificios y el borde del acantilado corría una suerte de paseo de ronda, que con el tiempo se configuró como lugar de esparcimiento y juegos infantiles. En la imagen, un numeroso grupo de niños de edades variadas, contamos hasta 22 criaturas, ha interrumpido sus juegos para observar al cámara y servirle de modelo "mirando al pajarico". Hay que pensar que, en aquella época, la presencia de un fotógrafo debía de constituir todo un acontecimiento en la vida cotidiana de los pamplonicas, grandes y pequeños.

HOY EN DÍA, la misma zona permanece prácticamente inalterada. Entre los poquísimos cambios observables debemos anotar la adición de la garita, de sabor clasicista y que sigue un modelo bien documentado en Pamplona, pero que no existía aquí en el primer cuarto de siglo, como claramente demuestra la imagen de la izquierda. También se ha incorporado una pequeña farola, indudablemente necesaria y con un discreto diseño minimalista, que seguramente pretendía pasar desapercibida pero a la que, curiosamente, se ha añadido una papelera chirriante y extemporánea. El arbolado oculta casi por completo las formas góticas de la capilla Barbazana, situada inmediatamente detrás, y que sigue felizmente en su sitio, convenientemente restaurada.

En pleno siglo XXI los niños son un bien escaso en las sociedades modernas, y apenas salen a jugar por esta zona, desplazados a parques dotados de modernos columpios o sentados ante las consolas de la "playstation", la "nintendo", el ordenador o la televisión. Es más habitual ver aquí a los pamploneses del casco antiguo que pasean a sus perros a primeras horas de la mañana o, según avanza el día, a algunas parejas de novios que buscan un lugar tranquilo para hablar de sus cosas...