EN 1965 nada hacía pensar que la zona de la Vuelta del Castillo e Iturrama fuera a ser, apenas unas décadas después, una de las zonas más dinámicas y populosas de la Pamplona moderna. La entonces llamada "carretera de Circunvalación", situada fuera del casco urbano propiamente dicho, transitaba describiendo un amplio arco que, rodeando la Ciudadela, delimitaba la propia "Vuelta del Castillo", topónimo de donde pasados los años la calle tomaría su nombre definitivo.

En la fotografía puede verse un único y solitario coche, a punto de llegar al cruce del "camino de Esquíroz", hoy calle de Esquíroz, junto a la Casa de Misericordia. El estrecho camino que se aprecia a la izquierda, y que seguía el trazado del antiguo tren "Plazaola", es hoy la Avenida de Sancho el Fuerte (1), mientras que al fondo se ven las casas del barrio llamado Iturrama Nuevo (2), rodeadas de huertas y campos de cereal.

HOY EN DÍA, la Vuelta del Castillo constituye uno de los pulmones de la ciudad, zona de expansión y ocio de los pamploneses, y un auténtico deleite para la vista en todas las épocas del año, especialmente desde que el "Ramo de Guerra" se dignó devolver a la ciudad lo que en realidad ya era suyo. Se ha conservado buena parte del arbolado de gran porte original, al menos en la acera de la derecha, y toda la zona se ha adecentado para el uso y disfrute público, limitando las construcciones al otro lado de la carretera.

El antiguo barrio de Iturrama Nuevo, compuesto originariamente por casitas de labranza, caserones de cierto empaque y algún chalet, ha sido literalmente aniquilado. Durante mucho tiempo se habló de la conservación de alguno de los edificios originarios, como testimonio de lo que Iturrama fue hasta los años 70 del siglo XX, pero finalmente, como casi siempre en Pamplona, se impuso la cultura de la excavadora y el cementazo.