pamplona. Las Hermanitas de los Pobres inauguraron ayer su nueva residencia en la avenida Guipúzcoa, con la presencia "de 800 de los bienhechores que han colaborado en la financiación de ésta", según señaló la superiora Sor Emilia.
El acto, al que también acudieron el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz; la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina; la consejera de Bienestar Social, María García Malo; Ignacio Palacios; y varios concejales del Consistorio de Pamplona, contó con un aperitivo para los asistentes en la propia calle.
NUEVO HOGAR La nueva residencia, ocupada desde el 7 de enero por 8 hermanas y desde el 30 de abril por 45 ancianos, tiene unas dimensiones aproximadas de 3.000 metros cuadrados y posee una planta baja y tres plantas superiores. En la baja se alojan el comedor, las cocinas, los despachos y la administración, la cafetería, las consultas médicas y de enfermería, la sala de rehabilitación y manualidades, la capilla y el salón de actos.
Por otro lado, en la primera planta se localizan 27 habitaciones adecuadas para los residentes, con baños adaptados, un comedor para asistidos y seis apartamentos para matrimonios. Asimismo, la segunda planta acoge 27 habitaciones para minusválidos; y la tercera, por último, alberga las habitaciones de las Hermanitas.
En total, el nuevo recinto tiene capacidad para acoger a 70 ancianos, aunque actualmente lo ocupan solamente 45. "El nuevo edificio ha supuesto un gran cambio, tanto para nosotras como para los ancianos, sobre todo porque los espacios son mucho más amplios que los que teníamos antes", puntualizó sor Emilia.
La construcción de la nueva casa, que se ha llevado a cabo en el mismo lugar donde se encontraba el antiguo edificio, construido en el siglo XIX y derribado en 2007, ha supuesto una inversión de 11 millones de euros. La antigua residencia, que había sido utilizada por las monjas durante más de un siglo, comenzó a ser construida en 1887.