pamplona. La recogida neumática de basuras, que comenzará a ponerse en funcionamiento en febrero, supondrá la desaparición paulatina de los 343 contenedores del Casco Viejo -185 verdes, 81 amarillos y 77 azules- lo que cambiará radicalmente el paisaje de las calles del centro histórico y recuperará estos espacios para los ciudadanos. Además de los contenedores, se eliminarán los camiones de recogida, y el ruido y la contaminación que ello supone, y sólo un vehículo de pequeño tamaño recogerá el vidrio, ya que éste continuará siendo retirado por el sistema tradicional. La puesta en marcha de la recogida neumática, que impulsa la Mancomunidad de la Comarca y el Ayuntamiento de Pamplona a través de 51 buzones a pie de calle, beneficiará desde el próximo año a 11.677 vecinos, además de a cientos de comercios, bares y otros negocios de esta zona. De los 51 buzones, 38 funcionarán ya en febrero y otros 13 del Burgo de San Cernin se irán incorporando conforme se acometa la reurbanización de las calles.
De la recogida neumática en el Casco Viejo se ha venido hablando desde hace más de 10 años, cuando en 1997 y a través de la famosa entibadora, se fueron peatonalizando las primeras calles Mercaderes y Estafeta, y habilitando una galería subterránea por la cual conducir todas las redes de saneamiento. Entonces, ya se preveía poner en marcha a futuro este sistema de aspiración, que ahora ya es una realidad. Arrastrará la basura por túneles bajo tierra y de forma más limpia, cómoda y accesible para los ciudadanos. A diario, se recogen en el Casco Viejo de media unos 16.302 kilos de basura.
TODO VENTAJAS Según explica Carmen Lainez, responsable del área de Residuos de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, la recogida de basura en el Casco Viejo es la que más cara resulta por tonelada, ya que "hubo que duplicar las recogidas porque hay la mitad de contenedores necesarios ante las dificultades de espacio para colocarlos". En la actualidad, la basura producida en el Casco Viejo ronda las 5.950 toneladas al año, y el gasto anual para la Mancomunidad es de 942.210 euros (más IVA). Con el nuevo sistema, se abaratarán los costes, y más aún, ganará el ciudadano, sobre todo el del Casco Viejo: "No hay olores, no ocupa la vía pública y son accesibles hasta para personas con discapacidad", precisa Lainez y añade que, a cambio, "colocamos unos buzones estéticamente más agradables, y que no acumulan basura, y lo fundamental, ahora entramos con 6 camiones al Casco Viejo, de día y de noche, que desaparecerán".
EN OCTUBRE, LOS BUZONES En estos momentos están colocadas las arquetas y conexiones de 38 de los 51 buzones, que serán los que estarán operativos en febrero, y paulatinamente se les irán incorporando los otros 13, en el Burgo de San Cernin, una vez que se vayan reurbanizando las calles donde se ubican, tales como Jarauta, Mercado, San Francisco, Recoletas y paseo de Sarasate. Lainez precisa que "aunque queden estas calles, se va a empezar a funcionar" y detalla que "en octubre se empiezan a instalar los buzones, en noviembre se comenzarán las pruebas técnicas, mientras que en enero empezaremos a informar a los ciudadanos y a ponerlos a funcionar por calles y zonas, porque la idea es que, si todo va según lo previsto, en febrero estén totalmente operativos". Como se sabe, toda la basura aspirada llegará a la central de recogida de Trinitarios (junto al nuevo parque de Bomberos), ya terminada.
"Nos ha costado, pero hoy podemos decir que el sistema ya está conseguido. Los vecinos han sufrido con las obras, pero van a ganar mucho, y va a ser impactante que desaparezcan los contenedores", dice Lainez. En la misma línea, Juan Ramón Ilarregui, responsable de Obras de la Mancomunidad, reconoció la dificultad técnica de implantar este sistema, lo que ha producido retrasos, pero señaló que la empresa constructora (la UTE FCC Ros-Roca), con la subcontrata Obenasa "ha trabajado lo más rápido posible".