han pasado varios meses desde que los 45 ancianos que residían en el antiguo centro, se trasladaron al nuevo hogar de las Hermanitas de los Pobres, situado a orillas de la avenida Guipúzcoa. Los residentes notaron el cambio desde el primer momento y hoy en día, se sienten como en su propio hogar gracias a las comodidades de éste. "Estamos mejor que las reinas en la última etapa de nuestra vida", indicó María Sánchez, usuaria del centro.

Según la superiora, Sor Emilia Caridad, los 45 ancianos del antiguo hogar fueron repartidos durante las obras a distintas localidades. Por ejemplo, 19 de ellos fueron trasladados a Vitoria, así como a Aoiz o Tafalla. "El día que enseñamos el nuevo edificio a los antiguos usuarios, la mayoría lloró de la emoción", indicó la religiosa. Sánchez precisó que ha notado el cambio sobre todo en la calidad de las ventanas. "Por las ventanas del edificio de antes pasaba mucho frío y ahora es una gozada vivir con todo nuevo", señaló.

La superiora aclaró que las Hermanitas de los Pobres no aceptan ningún tipo de subvención, viven mayormente de "la caridad de la gente". Añadió que "en la congregación existe la pobreza reparto", que consiste en que las casas de la provincia religiosa del norte, reparten sus beneficios económicos a las casas religiosas que lo necesitan. "Si una casa está en obras y necesita algún legado, lo ponen a disposición de la Madre Provincial, la cual se encarga de dirigir ese dinero a donde más hace falta. En ese momento era la casa de Pamplona", comentó. De la misma manera, las Hermanitas de los Pobres lanzaron la operación ladrillo, que consistía en que cada persona tenía la posibilidad de pagar un ladrillo del nuevo edificio 2 euros. "Mucha gente ha pagado más de un ladrillo. A pesar de eso, no se puede hacer una casa sólo con eso, hemos tenido que pedir un préstamo", señaló.

falta de matrimonios El nuevo edificio de 3.000 metros cuadrados posee una planta baja y tres superiores. Ocho hermanas, así como un grupo de 30 personas se ocupa de su funcionamiento. La planta baja alberga salas como el comedor o las sala de talleres, así como una peluquería en la que participan dos voluntarias.

Ya en la primera planta se localizan 27 habitaciones y seis apartamentos para matrimonios. De estos seis apartamentos, únicamente uno está ocupado. "La razón es que los matrimonios esperan en sus casas hasta el último momento y cuando lo hacen alguno falla antes y es cuando acuden al centro", indicó.

Asimismo, la segunda planta acoge 27 habitaciones para minusválidos y por último, la tercera alberga las habitaciones de las Hermanitas.

El centro está equipado para 70 usuarios. Actualmente hay 50 residentes y hoy en día, a pesar de que sigue viniendo gente, "se nota el hueco de los matrimonios".

jornadas activas y participativas

Según explicó la hermana, los válidos se levantan a la hora que quieren y los inválidos empiezan a ser levantados a las 08.30 horas. Unos minutos más tarde, entre las 09.00 y 10.00 horas, tiene lugar el desayuno.

Durante la mañana, los ancianos pueden participar en los talleres, como el de costura o papelería. Algunos se dedican a coser manteles o guantes de cocina, mientras que otros crean carpetas de cartón para los cantos de la misa.

"Hacemos actividades a nuestro aire para pasar el rato a gusto. Todas hacemos lo que podemos y, sobre todo, colaboramos entre nosotras. Una enhebra la aguja, la otra busca el hilo, etc", indicó Sánchez.

A las 12.30 se celebra una misa en la cual puede participar todo el que quiera. Sobre las 13.30 horas, se sirve la comida a los usuarios y la tardes son libres. Por último, la cena es a las 20.00 horas y cada uno se va a la cama cuando quiere.

"En este centro nos centramos en la terapia participativa. Cuando acaban las tareas recogen las mesas, barren el comedor y participan en la cocina, como por ejemplo pelando patatas o ayudando en el lavadero", comentó la religiosa.

Sor Emilia Caridad matizó que los usuarios de los centros de las Hermanitas de los Pobres tienen que tener una pensión mínima y pocos recursos. Para poder residir en sus centros deben otorgarles el 85% de sus pensiones.