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Puente de Miluze, 1938

Puente de Miluze, 1938Foto: De Arazuri, J.J. "Pamplona, calles y barrios".

En 1938 el mundo se conmovía por las noticias provenientes de Europa. Alemania acababa de anexionarse al territorio checo de los Sudetes, en la antesala del comienzo de la II Guerra Mundial, y el 9 de noviembre miles de judíos fueron detenidos, y muchos de ellos linchados, mientras que sinagogas, casas y comercios hebreos eran asaltados y destruidos en lo que se conocería como Noche de los Cristales Rotos. Más al sur, la Guerra Civil Española veía culminar uno de sus más sangrientos capítulos, con la llamada Batalla del Ebro, en la que las tropas del legítimo gobierno republicano fueron derrotadas y hubieron de retirarse.

Vemos en la foto que, ajeno al mundanal barullo, el viejo puente de Miluze acaba de ser cruzado por un burro que lleva a dos personas encima, una de ellas un niño, mientras ve pasar las tranquilísimas aguas del río Arga, igual que había hecho en los anteriores 700 años. Cierto es que, según la tradición, el viejo puente fue testigo de escabrosos sucesos en la Edad Media, cuando en 1351, al poco de acceder al trono, Carlos II de Evreux mandó ahorcar de este puente a los infanzones que pretendían limitar el poder real y mantener el carácter pactista de la monarquía navarra. De este hecho provendría el nombre de Miluze, mihi luze, queriendo aludir a las lenguas largas de los ahorcados. El suceso inspiró un relato de trágico aire romántico, titulado La justicia de Miluze, escrito por Juan Iturralde y Suit.

HOY EN DÍA el entorno del puente de Miluze no ha cambiado en lo sustancial, ya que el empuje urbanístico de la ciudad no ha alcanzado aún a este evocador txoko del extrarradio pamplonés. Tan solo anotamos la desaparición de la casa que ocupaba la embocadura del puente, de la que hoy solo queda una tapia ruinosa y cubierta de vegetación.

Hay quien duda de que el nombre del puente provenga de los ahorcamientos de 1351. Argumentan, no sin razón, que el topónimo existía ya desde antes de los sucesos de tiempos de Carlos II, al menos desde el siglo XII. Claro que es muy posible que el viejo puente fuese escenario de ahorcamientos desde fechas anteriores a 1351. De hecho, era común realizar ejecuciones y dejar expuestos los cuerpos en lugares de paso, para público escarmiento. Otros investigadores han preferido dar significados alternativos, como amil luze es decir barranco largo o incluso un mihi luze, o sea lengua larga, pero referida a las lenguas de arena que suele haber en el lecho de los ríos. No obstante, parece ser que ninguno de estos significados se ajusta bien al entorno natural en el que se ubica el viejo puente. También se propone un significado relacionado con la vegetación, derivado del termino vasco mihilu, que significa hinojo. Sea como fuere, a mí, particularmente, me parece mucho más evocadora la interpretación referida a las ejecuciones llevadas a cabo en 1351...