pamplona. Tras una larga polémica entre los vecinos del barrio y el Ayuntamiento, el pasado mes de mayo se aprobó el Plan Especial de la Milagrosa con el objetivo de posibilitar la colocación de ascensores en parte del barrio. Seis meses después, las obras para su instalación han comenzado. Un portal de la calle Santa Marta ha sido el primero en iniciar las obras para la instalación de un elevador acogiéndose a este Plan, en este caso con un planteamiento que sitúa las escaleras en el patio trasero y coloca el ascensor en el hueco de la escalera sin ocupar la vía pública. La problemática afectaba a 41 portales en los que se ubican más de 400 viviendas. Una docena de portales han comenzado ya la tramitación para la instalación de los elevadores. Esta solución excepcional pretende encauzar algunas situaciones personales francamente complicadas de personas con movilidad reducida u otras complicaciones.
Las viviendas afectadas por el Plan Especial están situadas en seis calles del barrio: Santa Marta, Larrabide, Goroabe, Jesús Guridi, Travesía Jesús Guridi y Guelbenzu. El problema era básicamente la falta de espacio para colocar los ascensores en estos portales siguiendo y llevaba enquistado varios años. La búsqueda de la solución originó varios desencuentros entre los responsables del área de Urbanismo y los vecinos, que acusaron al Ayuntamiento de faltar a sus compromisos iniciales.
las diferencias Algunos vecinos habían planteado adosar a la fachada principal un volumen capaz de albergar una nueva caja de escalera para instalar el ascensor por el hueco de la escalera. Desde el área de Urbanismo se rechazó esta propuesta por entender que estrechaba aún más las calles afectadas y creaba rincones poco seguros. Varios vecinos llegaron a plantear una semipeatonalización de las calles, algo que también se rechazó desde el Ayuntamiento. Las diferencias entre unos y otros desembocaron incluso en protestas vecinales, si bien el problema pudo encauzarse.
Los vecinos terminaron por dar el visto bueno a una propuesta del área de Urbanismo que permitía diferentes soluciones, siempre con la vista puesta en no ocupar la vía pública. La empresa Monente Arquitectura ha redactado siete de los doce proyectos en marcha para la instalación de ascensores en la zona. En este caso, estos proyectos vinculados al Plan Especial de la Milagrosa contemplan básicamente dos posibilidades para solucionar la falta de espacio para la instalación de los elevadores. En ambos casos, el ascensor se colocaría por el hueco de la escalera y los vecinos accederían al mismo desde la puerta principal. La diferencia entre una posibilidad y otra es la forma de acceso a la escalera, ubicada en el patio o la fachada secundario.
En el caso de las viviendas con el patio abierto o en una calle, los vecinos podrían acceder directamente a las escaleras, instaladas en una caja ubicada en esa zona menos visible de las viviendas. Por el contrario, en el caso de los patios cerrados, los vecinos accederían a la caja de las escaleras por una segunda escalera subterránea que salva el ascensor por debajo y termina junto al patio. De manera excepcional Monente Arquitectura plantea la posibilidad de colocar la caja de la escalera en la fachada principal, aunque para no ocupar la vía pública esta partiría del primer piso. Esta tercera posibilidad obliga, sin embargo, a ocupar parte de esa vivienda de la que parte la caja.
La empresa Monente Arquitectura enfoca buena parte de su actividad al campo de la accesibilidad y la eliminación de las barreras arquitectónicas. En estas zona tan intrincada de la Milagrosa han encontrado "situaciones de verdadera necesidad". "Este barrio esta cargado de humanidad y hay que destacar que la gente tiene mucha consideración. Hay vecinos que ceden por el resto, aunque no tengan realmente esa necesidad tan acuciante", explica Paco Monente, fundador de este estudio.
Evidentemente se trata de una inversión importante y tanto el proceso previo a las obras como, sobre todo, los propios trabajos resultan complicados por los vecinos. Según indica la arquitecta Maite Monente, el gasto total de las obras, incluyendo las licencias, los honorarios el propio ascensor y el IVA ronda los 22.000 euros por vivienda, si bien la subvención del Gobierno de Navarra hace que el coste final ronde los 14.000 euros por vivienda. Sin duda de trata de una gasto muy significativo, aunque a algunos vecinos les cambia radicalmente su día a día. "Hay personas que han pasado años sin salir de casa o que se marcharon y piensan volver cuando dispongan de ascensor. El esfuerzo merece la pena", concluye Maite Monente.