Casa Paco se vende después de 108 años
El popular bar de lindachiquía, de 1908 y uno de los más antiguos del casco, sale a la venta con licencia por 400.000 euros
El pintor Ciga llegó a vivir en el piso de arriba, y regaló a la familia un cuadro. Entonces, ni era famoso. Estas y otras historias alberga el Bar Casa Paco, de la calle Lindachiquía, que ahora está en venta.
108 años de actividad hostelera que dijeron adiós el pasado 30 de noviembre, y han dejado a la familia Pueyo Arizcuren, la última de las cuatro generaciones, con una gran nostalgia: “Ha pasado un mes y aún no nos hacemos a la idea”, explica Luis Pueyo Mendívil, que con su tío José Luis Pueyo, eran los últimos propietarios de la popular casa de comidas. Porque el Casa Paco, fundado en 1908, por el bisabuelo, Tomás Pueyo y su esposa Nazaria, era uno de los locales de hostelería más antiguos de la capital. Le superan en longevidad el Café Roch, de 1898, y el Café Iruña, de 1888.
El anuncio de traspaso ya cuelga de sus ventanas (para interesados Gea Inmobiliaria lleva la operación). El local, de dos plantas, la baja de 110 m2, y la entreplanta superior, un piso de 80 m2, se venden por 400.000 euros, y lo que es más importante, la venta incluye la licencia de bar, por lo que, según confirmaron desde del área de Urbanismo, el nuevo comprador podría ahora mismo abrir un nuevo negocio, porque no le afecta la moratoria del Casco Viejo. “Con un poco de mano, y buenas ideas, se le podría dar un impulso”, explica Luis Pueyo, quien señala que la decisión del cierre les costó mucho: “Ha influido un cúmulo de cosas. Mi tío José Luis se jubilaba y, además, en el bar había que hacer una inversión y una reforma importante para darle un impulso, porque la última se había hecho hace más de 20 años, y yo no me veía con fuerzas; se me hacía grande. La hostelería ha cambiado, y ahora se lleva más la gastronomía de pie, el pincho y la tapa. Aquí funcionábamos mucho con el menú, porque venía mucha gente de la Comarca, pero últimamente entre semana no sacábamos”, se lamenta. Luis, de hecho, ha decidido irse de camarero a otro negocio y ahora está detrás de la barra del bar La Comedia, donde agradece a Pablo Oficialdegui, que “me ha dado la oportunidad”.
Luis Pueyo, de 44 años, vivió en Casa Paco, porque la familia llegó a ser propietaria de todo el inmueble, y aún recuerda cómo llegaba del colegio y bajaba a echar una mano. “Me he pegado toda la vida en el bar”, recuerda. Hace 25 años, “recién acabada la mili, empecé a trabajar con mi padre Francisco Javier y mi tío, y en los últimos ocho, además, he estado de socio con mi tío”.
El cierre le ha costado a Luis muchas noches en vela y hasta ha perdido 8 kilos: “Tengo la carga de haber dejado aquello”, indica y señala que la enseña del Casa Paco ha sido siempre “la calidad de la materia prima, y el menú casero casero”. De su éxito durante décadas han tenido mucho que ver Fran, Álvaro, Jorge, Mabel, Garbiñe, Esther, Begoña, Blasi... “y mil nombres más que han pasado por aquí”, por la carismática Casa de Comidas, que ha sido fagocitada por la modernidad y los nuevos tiempos de la hostelería. Aunque ya hay varios interesados que han echado el ojo al local.
Más en Pamplona
-
Últimos días para votar el cartel de San Fermín 2025, con más de 6.800 votos registrados
-
Las txoznas de la Txantrea, sin ayuda por “carteles de presos”
-
El PSN propone instalar en la Taconera un carrusel vintage similar al de San Sebastián
-
¿Cuánto dinero cuestan los conciertos de Plaza del Castillo y Compañía en San Fermín?