pamplona - Entre las malas noticias económicas de los últimos días se ha colado una buena. Un pamplonés de 35 años, Mikel Beroiz, es el nuevo vicepresidente de la Confederación Europea de Jóvenes Empresarios-Yes for Europe. Otro navarro, Ciro Larrañeta, será responsable de proyectos de la asociación española. Son cargos de responsabilidad que van a generar oportunidades, información y una extensa red de contactos a los jóvenes empresarios navarros.

Mikel Beroiz entró en la Asociación de Jóvenes Empresarios de Navarra en septiembre de 2014 y un año después le nombraron responsable internacional de la Confederación Española, la CEAJE. “A partir de ahí me involucré en la confederación europea y este año han nombrado a un nuevo presidente italiano que ha contado conmigo para la vicepresidencia”, señala Beroiz quitándose importancia. “En realidad supone un reconocimiento a la labor que hace AJE Navarra, que está muy reconocida y que lleva muchos años trabajando y recibiendo premios internacionales; el nombramiento al final es un premio que ha recaído en mí, pero la labor fundamental es la que hace la asociación”, recalca.

Mikel Beroiz fundó hace dos años The Cool Tip, una empresa de tecnología móvil aplicada a estudios de mercado en punto de venta, y es también socio de la empresa de consultoría Berola Consulting. Licenciado en Económicas, confiesa que llegó a empresario por vocación. “Estuve ocho años viviendo en Madrid, donde trabajaba en banca. Estaba contento, no tenía ningún problema, pero no me veía toda la vida ligado al banco”, señala. Pidió una excedencia, accedió a un máster y ahí cambió todo. “Coincidí con algunos profesores que modificaron mi visión sobre cómo estaba cambiando el mundo tecnológico; todo eso me empezó a gustar muchísimo y a la salida del máster, en lugar de volver al banco decidí crear una empresa con otros socios”.

Pero convertirse en empresario no es sinónimo de éxito asegurado. Beroiz ha creado varias empresas “con mejores y peores resultados; las primeras fueron un poco flojas, pero las siguientes han ido mejor”, confiesa. En realidad, en su opinión es complicado montar una empresa como salida laboral para los jóvenes. “Hace falta tener muchas ganas de recibir negativas y de pelear todos los días sin un resultado cierto a final de mes”, señala Beroiz. ¿Y hace falta dinero para lanzarse? “Depende del tipo de empresa”, responde. “Muchas necesitan de un capital inicial para establecerse y para poder crear un producto final”, señala. Y aquí llega el problema de la financiación: “Hay pocas vías de financiación pública y la privada empieza a llegar cuando la empresa está mínimamente consolidada”, añade.

Precisamente para apoyar a los jóvenes empresarios nació en 2001 la asociación navarra, que cuenta con 250 socios menores de 40 años. “Ayudamos a la gente que se quiere establecer a ponerles en contacto con otras empresas navarras”, asegura. Para Beroiz, en este momento hay oportunidades en el sector tecnológico, “pero también en el sector industrial, sobre todo en Navarra, para trabajar como proveedores de las grandes empresas industriales de nuestra comunidad”.

La labor fundamental de la asociación es “interconectar a las empresas para que busquen oportunidades entre ellas y, sobre todo, representarles y ser un poco el nexo de unión con el Gobierno de Navarra”, constata. Funciona a través de proyectos propios. El más relevante y más internacionalmente conocido es Incorporate, que recibió el premio a la mejor iniciativa juvenil de la Fundación Botín y que mereció la atención del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts. “Es un proyecto que trata de interconectar a través de las universidades, los centros tecnológicos y las empresas; un poco darle la vuelta al emprendimiento de forma que el joven que tenga la idea la pueda liderar y lanzarla para que finalmente se convierta en empresa”, detalla Beroiz.

trabajo-viaje-trabajo La vida del joven empresario no es fácil. “Trabajo todas las horas del día y más. Intento sacar tiempo para estar con la familia porque he sido padre hace un año, pero todo lo demás es trabajo-viaje-trabajo”, sostiene. Y más ahora, con su nueva responsabilidad en la confederación europea. “Todos los años tenemos dos eventos europeos y uno mundial. Este año los europeos van a ser en Budapest y en Estocolmo, y el mundial, que está ligado al G-20, en Shangai. También hacemos muchos viajes a Bruselas, al Parlamento Europeo y a otros muchos eventos locales”, añade.

Y es que en Europa, igual que en Navarra, la labor fundamental de la asociación de jóvenes empresarios es interconectar, en este caso a sus 40.0000 asociados, e intentar que los gobiernos y los responsables políticos de la Unión Europea “lleguen a comprender y aceptar el valor de las iniciativas empresariales”, señala. Otro de sus objetivos es trabajar para asegurar un sistema educativo que promueva la iniciativa empresarial a todos los niveles. “En nuestro sistema educativo, el de nuestra generación, en ningún momento nos inculcaron como posibilidad de trabajo la creación de nuestra propia empresa, ni en el colegio ni en la universidad”, concluye.