Pamplona - El Casco Viejo seguirá sin poder albergar más bares ni tampoco cafés espectáculos, discotecas y salas de fiestas. Bajo determinadas condiciones se permitirá la instalación de otros negocios hosteleros -como cafeterías, restaurantes, degustaciones de café o locales para la venta de comida caliente- y de locales para sociedades gastronómicas, peñas o similares. Y para los establecimientos hosteleros ya existentes en la zona, se anuncian mayores controles para hacer cumplir la normativa vigente sobre horarios, licencias y ruidos.
Es la propuesta que el Ayuntamiento de Pamplona presentó ayer de cara a elaborar una nueva ordenanza que regule la hostelería en el centro de la ciudad y que sea compatible con el derecho de los residentes en el Casco Viejo a vivir sin ruidos.
El borrador plantea que los establecimientos respeten los horarios para los que tienen licencia de apertura, que no se concentren en unas pocas calles y se trasladen a zonas menos saturadas.
Será presentado la semana que viene a los grupos municipales, vecinos, comerciantes y hosteleros del Casco Viejo para que hagan las aportaciones que consideren oportunas antes de que pase a ser tratado en Comisión. También se abrirá durante ese tiempo el plazo para las enmiendas de los grupos municipales y a finales de abril se reuniría la Mesa del Casco Antiguo.
La previsión es que el texto definitivo sea aprobado en el pleno del 5 de mayo.
Hasta entonces se mantendrá abierto un proceso participativo en un asunto de calado social que lleva tiempo generando serios problemas de convivencia por las molestias que la actividad hostelera ha causado en el vecindario.
En el borrador presentado ayer se establece que los nuevos establecimientos de hostelería estén a 25 y 50 metros de distancia, según las zonas, respecto a otros locales hosteleros para evitar la concentración.
zonas sur y norte A tal fin se han creado dos zonas diferenciadas. La denominada Límite Sur -la menos saturada de locales- comprende las calles Juan de Labrit, paseo de Sarasate, Plaza del Castillo, calle Ciudadela, calle Taconera y plaza de Recoletas. En esta zona se ha fijado una limitación de 25 metros entre locales, mientras en la otra, la denominada Límite Norte y Estructura Interior del Casco Antiguo (comprende el resto de calles), la distancia que se propone es de 50 metros para cafeterías y 25 metros para restaurantes. Además, en el caso de una cafetería se traslade de una zona saturada a otra se le permitiría un límite de 25 metros.
El proyecto recoge siete grupos de hostelería o actividades aledañas. Las cuatro primeras son las que, de acuerdo a la normativa actual que se mantendría en este aspecto, podrían tener nuevas licencias: comercios de alimentos calientes, manipulados y/o elaborados sin consumo en el local (no tienen música y podrían abrir hasta la una de la mañana); degustaciones de café (abren de día y solo cuentan con música ambiente); sociedades gastronómicas, peñas y similares (con el mismo horario que los restaurantes); y cafeterías (con la mitad de su espacio para mesas y sillas) o restaurantes (con barra inferior a tres metros).
sigue la moratoria Los otros tres grupos que se definen en el proyecto son bares; bares especiales y cafés espectáculos; y discotecas y salas de fiestas, establecimientos para los que se continuaría sin dar nuevas licencias de apertura, como se estipuló en la reforma del PEPRI en 2006.
Respecto a los locales ya existentes se plantea mantener las limitaciones de aforo aprobadas aunque se hicieran obras y se permitiría que el negocio pudiese transformarse en otro diferente incluido en alguno de los cuatro grupos para los que se conceden nuevas licencias. Otras medidas que también deberían adoptar los establecimientos en funcionamiento aluden a la colocación de placas exteriores que informen sobre el tipo de licencia que tiene o aspectos constructivos de los nuevos espacios como características especiales, dimensiones y aforos.
La presentación del borrador corrió a cargo del concejal delegado de Ciudad Habitable y Vivienda Joxe Abaurrea, quien recordó que en el Casco Viejo no se otorgan nuevas licencias de bares desde 1987, pero sí de cafeterías y restaurantes. El concejal de EH Bildu, que estuvo acompañado en el acto por el director del área de Urbanismo y Vivienda Vicente Taberna, reconoció que “en algunos supuestos hay cafeterías que funcionan inadecuadamente, sin sujetarse estrictamente a lo que determina la licencia, pudiendo generar apariencia de que se han abierto bares”, garantizando que en lo sucesivo el Ayuntamiento “hará los esfuerzos para que todo el mundo cumpla con lo que tiene recogido en la licencia, que sería lo normal”.
ruidos y horarios Otros detalles constructivos que se requerirían serían que las puertas tengan amortiguación de cierre, que no se coloquen dos contiguas o que cuando los locales tengan música no podrán contar con ventanas a la calle. También se especifica que el cierre del local deberá realizarse en la línea de fachada del edificio. Asimismo, se valora la opción de regular los horarios de los comercios de alimentación también en la franja nocturna.
El documento recoge algunas novedades respecto a la legislación actual, como fijar un tamaño máximo para cafeterías y restaurantes (se proponen 300 m2 para cafeterías y 450 m2 para restaurantes) y limitar la posibilidad de apertura en función de las distancias con los locales ya existentes.
En estos momentos en Pamplona están vigentes el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) de 2001, que consideraba usos prohibidos todos los relacionados con la hostelería en el Casco Antiguo, y el PEPRI de 2006 que modificaba aspectos del de 2001 y que dejaba sin efecto la Ordenanza de saturación de actividades hostelero recreativas en el Casco Antiguo de 1987.