pamplona - La Plataforma Convivirenloviejo/ Sobrevivirenloviejo, integrada por vecinos del Casco Viejo considera que la futura normativa de hostelería que se va a impulsar desde el Ayuntamiento “está muy lejos de proponer medidas legales efectivas que solucionen la degradación de la calidad de vida que sufrimos”, ya que “no se plantea ninguna solución para las zonas saturadas” (para nuevas aperturas se exigirá ubicarse a más de 50 metros de otra), tampoco, según dicen, “incorpora un mapa de ruido, que evalúe el impacto de la contaminación acústica provocada por los bares”, máxime cuando “en muchas ocasiones los horarios no se respetan y las terrazas invaden las calles”.

En rueda de prensa, Juan Torrens, acompañado de otros siete vecinos afectados, exigió al Consistorio otra serie de medidas que consideran más eficaces: “Entendemos que es preciso recortar los horarios de cierre de todos los establecimientos del Casco Viejo una hora antes”, y, asimismo, “urge revisar los cerramientos de los bares, tanto de los nuevos como de los ya existentes”, ya que reivindican que “el consumo vinculado a la hostelería debe realizarse en el espacio propio de cada establecimiento”. En este sentido, ponen en evidencia que “hay que controlar los aforos y prohibir el uso de los patios”, por lo que “pedimos una implicación mayor de la Policía Municipal para combatir las conductas incívicas y la suciedad generada los fines de semana”, al tiempo que consideran “necesario regular los establecimientos de bebidas, comidas y alimentación, las peñas y sociedades gastronómicas, las bajeras de ocio, etc.”.

La plataforma, que ha participado en las reuniones llevadas a cabo por el Ayuntamiento para la nueva normativa, opina que “a pesar de las buenas palabras”, y de que el estudio realizado “acierta en el diagnóstico del problema”, “necesitamos un cambio real, porque las distancias para la ubicación de cafeterías y restaurantes no solucionan el problema real”. Por eso, se están planteando presentar alegaciones a la normativa, ya que el texto no les satisface, y reivindican que “merecemos calidad de vida”. - Marivi Salvo/ Foto: Iban Aguinaga