pamplona - En la calle Jarauta, a caballo entre el número 73 y el 75, se esconde una puerta que conecta Navarra con Castilla y León. Este portal está custodiado por un escuadrón de 223 personas que llevan la tradición y la cultura castellana por bandera y capitaneado por Jaime Valdeolmillos, presidente de la Casa de Castilla y León en Navarra. Ahora, las 112 familias que dan vida a esta casa regional están inmersas en la celebración de una semana cultural con motivo del día de Castilla y León, el pasado 23 de abril. “Cada año organizamos una semana de actividades alrededor del día de nuestra comunidad con conciertos, campeonatos y conferencias”, explica Valdeolmillos, natural de Hornillos de Cerrato (Palencia) y vecino de la capital navarra desde hace 28 años.

El pistoletazo de salida a esta semana en honor de Castilla y León lo dio la poetisa y escritora Isabel Blanco con la lectura del pregón de fiestas, mientras que el grupo Folk-Celemín, que nació en el seno de esta casa regional, se encargó de ambientar el estreno con música tradicional castellana. “El sábado organizamos el Día de los Juegos. Nos reunimos en San Jorge y jugamos a los bolos leoneses, la rana, la tanguilla o las chapas. Luego preparamos un pequeño almuerzo para crear ambiente de calle y que la gente se anime a jugar”, señala Valdeolmillos, sobre esta actividad que, en algunas ocasiones, ha sido el artífice para atraer a nuevos socios. “Con esta actividad, hay veces que pasa gente por la calle y dice: ¡Anda! Pero si esos juegos son de mi tierra. Y, claro, ¿Cómo no van a saber si cuando le preguntamos a ver de dónde es dice que de Segovia o Soria?”, bromea el presidente de esta casa regional.

El domingo, en el día de Castilla y León, el maridaje entre ambas comunidades se hizo aún más evidente a través de una excursión para conocer de primera mano los secretos de Tudela y Tarazona, y el jueves, después de dos días de campeonatos de cartas, mus y pinchazo concretamente, fue la capital navarra la que se tiñó con la esencia castellana. Y es que, la sala de conferencias de la ONCE acogió una exposición sobre la tradición y cultura de Arévalo, un pueblo de la provincia de Ávila que además, protagoniza la VXI edición de Gavillas, la revista de esta casa regional. Todo con el objetivo de “divulgar y difundir el patrimonio de Castilla y León”. Así, durante la muestra y de la mano del alcalde de la localidad, Vidal Galicia Jaramillo, los asistentes pudieron conocer de primera mano “la ciudad de los cinco linajes”, su historia, con personajes destacados como Isabel la Católica, San Ignacio de Loyola o Fray Juan Gil, su gastronomía o sus fiestas.

Hoy, para calentar motores antes de un intenso fin de semana, rincón literario con la escritora navarra, y de ascendencia castellana, Susana Rodríguez. El encuentro, que tendrá lugar a las 19 horas, se celebrará en la propia casa regional. “Las actividades están abiertas a todo el mundo”, apunta Valdemillos, que también mantiene abiertas a la sociedad navarra las puertas de la casa que preside. El broche de oro a la XXVI edición de esta semana cultural lo pondrá el folclore popular. El sábado, a las 19 horas, Civivox Juslarocha recibirá a los tres grupos de la casa regional: el Coro de Voces Miscelánea, el Grupo de Gaitas Alborada y el Grupo de danzas Añoranzas. Además, y como invitado especial, también participará el Grupo de Danzas Os Fillos de Breogán, del Lar Gallego de Pamplona. Y el domingo, como broche de oro, misa con el coro Miscelánea en San Ignacio y bailes populares.

No obstante, y a pesar de que esta es una de sus fechas destacadas, la Casa regional organiza numerosas actividades durante todo el año. Y siempre con un doble objetivo, paliar la añoranza y mantener y difundir la cultura, tradiciones y gastronomía castellanas. “En septiembre celebramos el día de la patrona, la Virgen del Camino. Se celebra el último fin de semana de septiembre y son tres días de actividades, con su correspondiente edición de Gavillas, la revista de la Casa”, apunta Valdeolmillos. Este año, la presentación corrió a cargo de la alcaldesa de Lerma (Burgos), Celia Izquierdo, que se encargó de descubrir los secretos y sorpresas de esta localidad ante la presencia del director general de Relaciones Institucionales del Gobierno de Navarra, Pello Pellejero, la concejala de Cultura de Pamplona Maider Beloki y numerosos socios y simpatizantes. Una misa en la capilla de San Cernin en honor a la Patrona, bailes regionales a cargo del grupo Añoranzas y una degustación de productos típicos pusieron el broche de oro.

Y es que la gastronomía ocupa un lugar destacado en esta casa regional, tanto que hay una fiesta dedicada a uno de los platos más conocidos de la gastronomía castellana; el botillo. “Es un plato tradicional a base de carne adobada de cerdo, costillas, rabo... se ponen en adobo y se meten en una tripa para que sequen. Cuando llega el momento de comerlo, se cuece todo junto acompañado de patatas o berza y chorizos”, explica el presidente de la Casa de Castilla y León en Navarra. Además, y relacionadas con la gastronomía, hay muchas festividades, como la de Santa Águeda a principios de febrero, que en gran parte se desarrollan alrededor de una mesa. “En esta fiesta, las mujeres son invitadas de honor, por lo que no pueden hacer nada. Así que los hombres nos organizamos para preparar la comida, servir y recoger todo”, explica Valdeolmillos sobre una jornada en la que también se suele aprovechar para homenajear a algunos miembros de la Casa.

Las actividades que organiza esta Casa Regional se completan con un viaje anual en el que los socios visitan durante dos o tres días alguna de las provincias de la Comunidad, “siempre en riguroso orden”, su participación en San Fermín y la fiesta de la Federación de las Casas Regionales. Además, y al margen de las festividades, la Casa Regional también cuenta con un coro de voces, un grupo de gaitas, otro de dulzaineros y uno de danzas llamado Añoranzas. “Zamora y León están cerca de tierras gallegas y asturianas y siempre hay una influencia. De hecho, en Zamora hay una gaita muy similar a la portuguesa”, apunta.

Un sinfín de actividades para todos los públicos, ya que, tal y como asegura el presidente, “no es necesario tener ADN castellano para formar parte de la Casa”. “No se trata de tener ADN, sino de mantener la cultura y crear un rincón al que poder venir para pasar un rato. No somos una entidad cerrada, sino que estamos abiertos a nuevas incorporaciones. Nosotros queremos irradiar la actividad de nuestra casa a la sociedad que tenemos al lado”, finaliza Valdeolmillos.