pamplona - “No es un capricho que Nasuvinsa promueva viviendas Passivhaus con consumos energéticos casi nulos”. La idea surgió como un imperativo legal (Europa) pero también de la “necesidad” de propietarios y, sobre todo, de inquilinos de viviendas protegidas que no pueden “hacer frente a los gastos corrientes de sus viviendas”, aseguraba esta semana Alberto Bayona, jefe de área de Obras y Promociones de la sociedad pública dependiente del Gobierno foral. “Para nosotros supone el reto de construir mejor y nos sitúa en un futuro que ya viene marcado por una demanda que exige edificaciones lo más eficientes energéticamente posibles”, indicó Bayona que animó a las empresas del sector en todos su ámbitos y a los diferentes profesionales a sumarse al chip del passive.
Los edificios del futuro pasan por el consumo casi cero. La Directiva 2010/31 establece, por otro lado, que a partir del 31 de diciembre de 2020 todos los edificios de nueva construcción sean edificios de consumo de energía casi nulo, adelantando esta obligación a 31 de diciembre de 2018 a todos los edificios ocupados por las administraciones y de titularidad pública. Los pasivos mandarán a partir del 2020 en toda Europa.
El sector público en Navarra está siendo una de las comunidades líder en formación de Passivhaus, según expuso Luis Antonio Martínez, de Passivhaus Consultores. Tras Madrid es la comunidad que más profesionales ha formado en este estándar. “Nasuvinsa quiere ejercer un papel tractor para activar el sector”, subrayó. De aquí a dos años habrá más de 3.000 viviendas Passivhaus en todo el Estado. “Ahora son los arquitectos los que salen a buscar empresas de construcción capaces de desarrollar sus proyectos, con materiales y técnicas específicas, y con la garantía de que va a funcionar con esos criterios y durante muchos años. Se ha invertido la situación”, abundó.
Precisamente la sociedad pública ha sacado a concurso tres lotes de parcelas para la construcción de 121 viviendas VPO en alquiler en los sectores de Erripagaña (47), Ardoi (32) y Entremutilvas (42). Alrededor de una docena de empresas han concurrido (sin publicidad comunitaria). En el concurso, además de criterios Passivhaus, se valoran también medidas de inclusión social en las contrataciones de personal. La propuesta técnica tiene 57 puntos y la económica 53.
Nasuvinsa ha querido ser más exigente en una cuarta promoción (concurso con publicidad comunitaria) de 62 viviendas protegidas (VPO) en Erripagaña (Egüés) en régimen de alquiler. Se recibirán propuestas hasta el 20 de junio y uno de los requisitos es haber ejecutado y finalizado durante los últimos cinco años una obra residencial colectiva en Passivhaus. Pero habrá más. En total, Nasuvinsa proyecta en tres fases 524 viviendas de alquiler que contarán con estándares Passivhaus y un total de 160 VPO en compraventa.
jornadas “Vivir en un edificio de consumo casi nulo/Passivhaus. ¿De qué negocio hablamos?” Baluarte acogió esta semana una mesa-coloquio que despertó el interés de más de 150 empresarios y profesionales. Organizado por Consorcio Passivhaus a nivel nacional, la empresa navarra Onhaus y Passivhaus Consultores, al acto fueron invitadas las principales empresas del gremio de la construcción para debatir sobre los cambios legislativo y la necesidad del sector de renovarse ante el auge de la edificación eficiente o consumo casi nulo. La revolución de la construcción eficiente o Passivhaus supone un ahorro de un 75% en el consumo energético, “un aliciente a la hora de la venta final”, destacaron los organizadores. Participaron como ponentes Koldo Monreal, de OnHaus; Luis Antonio Martínez de Passivhaus Consultores y Formación Passivhaus; Alberto Bayona, de Nasuvinsa, y Rubén Carmona, de Jacar Montajes. Carmona, especializado en envolventes térmicas, destacó que el sector de la rehabilitación también está incorporando progresivamente técnicas Passivhaus, que “no implica sólo un ahorro y una menor contaminación sino que ofrecemos mayor calidad de vida”. “A través de las comunidades de propietarios tratamos de transmitir esta idea, que busquen equipos técnicos cualificados, que es una buena inversión a largo plazo porque el futuro está en la rehabilitación de calidad”, indicó. Señaló además que el contratista trata de gestionar ahora todo el proceso de obra para que haya una garantía en el cumplimiento de los parámetros.
Desde la empresa Zehinder Josep Castella aseguró que más allá de mejoras técnicas y de oportunidad de negocio lo que convence del Passivhauss es “entrar y dentro y descubrir esa sensación de confort absoluto”.
Arquitectos como Manuel Enríquez manifestaron por otro lado sus dudas sobre la promoción del estándar Passivhaus, un sello de un instituto alemán privado, cuando hay muchos “certificados” estatales y europeos que garantizan que las viviendas tengan un consumo energético casi nulo y, además, sean sostenibles dado que el Passivhaus sólo habla en clave de “energía”. El arquitecto Germán Velázquez defendió que hablar de Passivhaus es hablar de “construir bien, de edificios de consumo casi nulo”. A su juicio, es tarea de los técnicos la adaptación de este parámetro a la realidad de cada zona, al clima y a los materiales de cada ciudad (aquí se usa más hormigón y ladrillo). “El problema aquí es el verano, el sobrecalentamiento, por eso no es necesario tanto aislamiento como en países del norte de Europa”, expuso. Además de rebajar el consumo, se mejora “el confort, llámese como se llame”. Además de la vivienda pública, el polideportivo de Sarriguren, el centro cívico de Mendillori, el centro de salud de Lodosa son algunos ejemplos de equipamientos públicos en Passivhaus que se van a certificar.